Avances logrados y pendientes. El 8 de marzo llega un año más sin que haya perdido fuerza y sentido su carácter reivindicativo. A pesar del ruido en torno a la reforma de la ley del sólo sí es sí, que nos dejó ayer un nuevo debate bronco en el Congreso de los Diputados, el 8-M no ha perdido impulso social. Y es aquí, y sólo aquí, donde debemos poner el acento para que la marea morada no pierda fuerza. Emakunde nos propone en esta ocasión reivindicar el acceso de las mujeres a altos cargos de responsabilidad y ejecutivos bajo el lema Emakumeak, gora! El Instituto Navarro para la Igualdad recuerda el trabajo de las pioneras y de las que continúan su legado: Por ti. Por todas / Zuregatik. Guztiengatik. Persisten techos de cristal por romper para lograr un mayor liderazgo femenino en los puestos de decisión de las empresas. Sólo el 26% de los cargos de alta dirección de las medianas empresas vascas los ocupan mujeres y cae al 6% en la gerencia. La feminización de empleos precarios sigue siendo una realidad que camina paralela a esa brecha de la confianza en la que estereotipos y tendencias de género inciden de manera directa en la carrera profesional de demasiadas mujeres. Las campañas públicas se ven en la necesidad de difundir la veracidad de esta situación combatiendo auténticas estrategias de desinformación, interesadas en horadar los principios de una sociedad igualitaria. Aún hay quien pretende justificar la ausencia de mujeres en cargos de responsabilidad sosteniendo que están menos preparadas, aunque del total de personas con estudios superiores en Navarra, ellas atesoran casi el 60%. Queda trabajo, pero también hay un largo camino recorrido y el esfuerzo de muchas miles de mujeres durante décadas merece ser valorado, reconocido y no verse enterrado en polémicas políticas o tentaciones de patrimonializar su lucha. Obligado, por tanto, un nuevo 8-M en el que el trabajo no cese con un doble objetivo: promover cambios reales en nuestra sociedad actual y sentar, con ello, nuevas bases para generaciones futuras. Reivindicaciones para todas y cada una de las mujeres, con independencia de su estatus o condición desde un feminismo construido en positivo que es un activo colectivo para el conjunto de la sociedad. Zuregatik, guztiengatik, emakumeak gora!