Bilbao – Trabajadores de Bridgestone realizaron ayer una marcha desde la fábrica de Basauri hasta el centro de Bilbao para sumarse a los actos organizados con motivo del Primero de Mayo y pedir “alternativas reales” al ERE planteado por la compañía, que afecta a 546 trabajadores, de los que 335 pertenecen a la planta vizcaina y 211 a la de Puente San Miguel, en Cantabria, y exigir un plan industrial que haga viable la empresa. Además, los trabajadores secundaron ayer su octava jornada de huelga, en un día en el que la producción volvió a estar parada. Al igual que en las jornadas anteriores, el seguimiento a la huelga fue del “cien por cien” entre la plantilla, según el comité de empresa.
Cientos de personas acompañaron a los trabajadores en la marcha, encabezada por una pancarta con el lema Despidorik ez. Plan Industrial. Una vez en Bilbao, conversaron con ellos el secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, y el consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres, que participaban en la manifestación conjunta de UGT y CCOO Euskadi. Los responsables socialistas se interesaron por las novedades en relación con los 335 despidos anunciados por la multinacional, así como por el desarrollo de las reuniones que el pasado martes mantuvo en Bruselas una representación de la plantilla con la eurodiputada socialista Idoia Mendia.
Después, los trabajadores de Bridgestone y las cientos de personas que les acompañaban se sumaron al paso de la manifestación conjunta de CCOO y UGT Euskadi por el Primero de Mayo. En declaraciones a los medios, el presidente del comité intercentros, Igor Mena, de CCOO, destacó el “amplio seguimiento” de la nueva jornada de huelga de hoy y el “éxito” de la marcha desde la fábrica de Basauri para visibilizar su problemática, “que no es ajena al resto, en un día como el Primero de Mayo”. Mena denunció que, ante “un ERE abierto de 546 despidos, 335 de ellos aquí en Basauri, que suponen el 40% de la plantilla, la negociación no se ha movido nada”. Tras advertir que “no puede ser que empresas con beneficios planteen ERE o reestructuraciones después de haberse llevado ayudas públicas”, Mena subrayó que las instituciones tienen que ser capaces de “articular algún mecanismo que impida que estas cosas sean así o así de fáciles”.
Estrategia
Amenazas. El crecimiento de los vehículos eléctricos chinos es una de las amenazas que Bridgestone ha identificado en su estrategia global. En su presentación de resultados de 2024, la firma aseguró que los “cambios estructurales” en la industria automotriz impulsados por factores como la “fortaleza del mercado chino de vehículos eléctricos” y el “aumento de las importaciones de neumáticos de bajo precio” suponen un riesgo para su actividad, pese a que el fabricante reportó un aumento en ingresos en comparación con 2023.
En ese sentido, reprochó que la ley “está más para salvaguardar a las empresas que a los trabajadores y, sobre todo, a empresas con beneficios”. En el Día de los Trabajadores, indicó, quieren que la situación que sufren sirva para “involucrar a todos en la búsqueda de una salida” porque, “ahora lo necesitamos nosotros y estamos peleando en ello, pero hoy somos nosotros, otros compañeros han sido otros días y no sabemos qué va a venir en el futuro”.
Reuniones
En relación a las reuniones de la mesa negociadora, la última celebrada el miércoles, Mena reconoció que hubo por parte de la dirección “un cambio de tono, pero de fondo no hubo un movimiento alguno”. Tras recordar que faltan dos reuniones para que concluya la negociación, Mena aseguró que en los encuentros fijados para el próximo lunes y martes, jornadas en las que también se han convocado huelgas, van a seguir intentando “cambiar la postura de la empresa para que se abra un diálogo verdadero y que nos permita presentar alternativas diferentes a lo que planteado”. En esa línea, subrayó que, “más allá de la discusión de fondo que entendemos que no se acreditan las causas que ellos alegan para los despidos”, están “abiertos es a que se pongan encima de la mesa alternativas reales al ERE”. En la reunión del miércoles, la empresa presentó una nueva oferta que incluye, entre otras medidas, un incremento de la indemnización por despido de 20 a 27 días por año trabajado, propuesta que los sindicatos consideraron “inaceptable”. Las centrales piden “asegurar un compromiso real con la viabilidad futura de las fábricas” de la multinacional japonesa.