Las manos que amasan un cambio de vida

Y no solo ha cambiado la vida de sus vecinos. Pasa lo mismo con nuestras dos protagonistas; las hermanas Irene y Ane Miren Belinchon a las que con varios años de diferencia les dieron el diagnóstico de que eran celíacas. Se acabó el hacerse el pan para ellas mismas; bueno, eso no ha cambiado. Lo que sí ha cambiado es que ese mismo pan que ellas llevan años amasando en casa ahora también lo hacen en el obrador que tienen en pleno centro de Irun para todos los vecinos, además de deliciosas tartas y una de las especialidades de su proyecto gastronómico: su afamado y especial hojaldre. 

Disfrutando del pan… por fin

Aunque pueda parecer lo contrario, en Gipuzkoa solo hay tres obradores, entre ellos Amets Bakery de las hermanas Belinchon, que todo lo que elaboran es sin gluten. Por fin, como dicen sus vecinos y conocidos, una panadería donde las personas que antes no podían ahora pueden disfrutar del pan.

Algo que antes no hacían o bien lo compraban de forma online, pero sin el encanto casero y artesanal que ponen Ane Miren e Irene cuando dan forma a este pan recién horneado donde todos los ingredientes que usan están pensados para esta opción más saludable. Harinas de maíz, tapioca, teff, trigo sarraceno, arroz… Ingredientes que no solo son libres de gluten, sino que también aportan un sabor y una textura únicos a cada creación.

Y todo ello sin perder el compromiso que tienen Irene y Ane Miren con la salud y el bienestar de todos sus clientes. Así, cada una de sus elaboraciones se han hecho cuidadosamente para que no solo sean seguras para quienes no pueden consumir gluten, sino que también sean nutritivas y deliciosas. 

“Todos los productos de pastelería y panadería son 100% sin gluten y ofrecemos también opciones sin lactosa, tartas por encargo y encargos especiales para todo tipo de eventos. En cualquier caso, todo está hecho de manera artesanal en nuestro obrador y con los mejores ingredientes, para que celíacos y sensibles al gluten puedan disfrutar de dulces y panes de alta calidad a diario”, nos explica Irene, mientras nos dejamos envolver por el suave aroma que sale del horno.

Un sueño delicioso

Las dos son celíacas (cada una fue diagnosticada en diferentes años) y decidieron dejar sus trabajos anteriores (una como encargada de unas heladerías en Donostia e Irene trabajando en una asesoría en la parte laboral y fiscal) para apostar por un sueño convertido en negocio. Un sueño con el que por fin plantar cara a su adversidad y que desde un primer momento contó con el apoyo de la Fundación Gaztenpresa de LABORAL KUTXA cuando les trasladaron su idea de negocio. Para ello se formaron durante varios años para aprender a hacer la repostería y la panadería sin gluten que hoy descansa perfectamente ordenada en las vitrinas a la espera de que Amets Bakery abra sus puertas y lleguen los primeros clientes del día. 

¿Quién iba a decirle a Irene que cuando empezó a hacer sus pinitos en casa en esto del dulce y la masa intentando hacer roscones de Navidad, ocho de ellos acabaron en la basura? Todo lo artesano tiene sus comienzos; y el de las hermanas Belinchon se forjó sobre todo cuando por fin les dijeron que eran celíacas. Se abría ante ellas la posibilidad de poder, por fin, disfrutar del pan y de un pastel como todo el mundo con un proyecto de emprendimiento, que está a punto de cumplir un año de vida y con el que ya piensan en llevar sus especialidades por distintos puntos de Euskadi, además de apostar por la hostelería.