La asociación de empresarias y directivas Aspegi ha designado recientemente a Mari Jose Aranguren Directiva de Gipuzkoa 2025. La directora del Instituto Vasco de Competitividad Orkestra reflexiona sobre los retos que afronta la empresa para mantener su competitividad en un contexto difícil.
¿Hacia dónde debe transitar la industria guipuzcoana en este momento complicado?
Los indicadores de bienestar y competitividad de Gipuzkoa son buenos, aunque es cierto que los cambios geopolíticos están afectando mucho a la industria del territorio, que debe diversificar sus productos y servicios. No es algo nuevo, ya ha demostrado su resiliencia en crisis anteriores y un ejemplo está en la industria aeronáutica que hace años no teníamos y nació de la capacidad de transformación que tuvo el sector del metal. Pero no debemos olvidarnos de la pequeña y mediana empresa, que es mayoría y no tiene una posición muy buena en innovación. Ahí tenemos un reto porque ofrecer servicios y productos de valor añadido, y no basarse sólo en el coste, aporta capacidades de defenderse en un mundo cada vez más competitivo.
La automoción atraviesa muchas dificultades. ¿Europa acierta con sus políticas de descarbonización?
En estos momentos hay un dilema entre el costo y el beneficio de dos vías. La primera contempla avanzar más rápidamente en la descarbonización que propone en Pacto Verde Europeo, y la segunda evitar el riesgo de fuga de inversiones de empresas a otras regiones que tienen unas regulaciones medioambientales menos exigentes, como Estados Unidos. La descarbonización es un reto al que no podemos renunciar, pero por otro lado tampoco podemos destruir todo el tejido productivo y, en esta disyuntiva, proponemos lo que llamamos descarbonización inteligente, es decir, invertir todo lo posible en las tecnologías limpias pero midiendo su impacto en la industria para no obstaculizar su crecimiento, buscar un equilibrio.
“Hay que estar atentos a las políticas de EEUU, pero centrarnos en fortalecer lo nuestro y seguir avanzando como hasta ahora”
En relación con la transición ecológica, ¿el hidrógeno es una oportunidad para Gipuzkoa y Euskadi?
Los análisis nos dicen que tendrá protagonismo sobre todo en la descarbonización de industrias que tienen mucha intensidad energética y, en movilidad, en transporte pesado por carretera, aéreo y marítimo, pero no en el ligero. Euskadi tiene varias iniciativas como el Corredor Vasco de Hidrógeno o el Net-Zero Basque Industrial Super Cluster y Gipuzkoa está siendo activa en explorar las posibilidades de generar nueva actividad económica ligada al desarrollo del hidrógeno.
Otras infraestructuras útiles son los parques eólicos, aunque conllevan polémica.
Para el mix energético del futuro es muy importante que evolucionemos a energías más limpias y para eso hace falta que invirtamos en energías renovables. La barrera que tenemos es el rechazo social a inversiones en determinadas infraestructuras energéticas que viene sobre todo de comunidades locales. En Orkestra hemos estudiado qué puede facilitar la aceptación social y concluimos que una de las claves es comunicar bien su impacto y su beneficio para evitar prejuicios e interpretaciones erróneas. La segunda muy importante también es hacer partícipe a las comunidades de las decisiones que se vayan tomando, que se sientan de alguna manera propietarias de ellas. Yla tercera tiene que ver con que estas infraestructuras pueden afectar más a determinados colectivos, ante lo que se deben diseñar mecanismos de compensación.
Orkestra ha anunciado la creación de un Observatorio de empresas Campeonas Ocultas. ¿Deben actuar como palancas del crecimiento económico de Gipuzkoa?
Son empresas muy interesantes para estudiar sus estrategias y pueden ser inspiradoras para otras. En una primera fase, hemos creado un foro dirigido sólo a ellas para que compartan retos y experiencias entre ellas, pero la idea es extenderlo a otras organizaciones, grandes y pequeñas, para que les trasladen sus estrategias y ampliar así el número de campeonas ocultas.
Uno de los factores que las empresas apuntan como obstáculo para la competitividad es el absentismo. ¿Es un problema?
Es una preocupación real. En Orkestra preferimos hablar de ausencias por incapacidad temporal no previstas para restar las connotaciones negativas, y en efecto hemos comprobado que los niveles en Euskadi son mayores que en otras comunidades autónomas españolas. El problema es entender por qué y cuáles de los múltiples factores que afectan a este problema son los que lo causan y estamos trabajando en ello. Es muy importante generar una conciencia sobre este tema, sobre el impacto en la empresa, en la Seguridad Social y en los propios compañeros que deben asumir tareas en tanto no se cubre la baja. Es un asunto de responsabilidad y corresponsabilidad.
“Es importante generar una conciencia sobre el absentismo y plantearlo como una cuestión de corresponsabilidad”
El talento se mantiene entre las cuestiones que más preocupan al empresariado.
Hemos analizado las tasas de actividad aquí y comprobado que no estamos aprovechando todas las capacidades que tenemos. Hay que facilitar la recualificación de los trabajadores y el acceso al mercado laboral de las personas de origen extranjero. Las mujeres dedicamos casi dos horas más al día al cuidados de menores y mayores y a tareas del hogar. Respecto a la atracción del talento, necesitamos una visión integral que incorpore la educación, la vivienda, la sanidad y las condiciones del entorno.
¿Qué papel tiene la administración pública en el mantenimiento de la competitividad industrial?
El rol principal lo tienen las empresas, pero los gobiernos también tienen el importante papel de impulsar el diálogo entre diferentes actores del territorio para identificar los retos y establecer estrategias para superarlos. Muchos retos son muy complejos y afectan a empresas, universidades, centros tecnológicos y agencias de desarrollo. Los gobiernos no pueden afrontarlos solos, y de ahí la importancia de las mesas de diálogo para acordar entre todos las soluciones. Cuando el reto es sencillo pueden promulgar un decreto y solucionarlo, pero los desafíos suelen ser más complejos.
“En la industria hay poca presencia de la mujer, y aunque se observan ciertos avances, todavía nos queda mucho camino que recorrer”
¿Cómo cree que afectará a Gipuzkoa la política económica de Trump?
Hay mucha incertidumbre, pero si la política exterior es muy proteccionista, a sectores como la automoción y la siderurgia, donde tenemos empresas de mucho peso, les va a afectar porque sus productos allí estarán más caros e incidirá en nuestra competitividad. Pero yo en estos casos soy muy pragmática y pienso que no está en nuestras manos, por lo que no hay que estar tan pendientes de eso y fortalecer lo nuestro, aquellos aspectos que sí están en nuestras manos, seguir avanzando como lo hemos hecho hasta ahora con buenos productos y servicios, buena industria, trabajando duro para sacar nuestra economía, nuestras empresas y nuestros proyectos adelante, y adaptarnos. Estar atentos y reaccionar sí, pero centrarnos en lo nuestro. Tenemos empresarias y empresarios que conocen muy bien su negocio, que son muy dinámicos y resilientes con capacidad de adaptarse y seguir con sus estrategias.
Ha recibido el premio Aspegi a la Directiva de Gipuzkoa. ¿Cómo ve a la mujer en la industria?
Todavía hay poco presencia de la mujer, y para revertir esta situación lo mejor es que haya mujeres que entren a formar parte de la industria y que sean inspiradoras. En la actualidad tenemos todavía el reto de los estereotipos, de cómo nos vemos. Hay avances, pero aún nos queda recorrido.