La tecnología cuántica está mucho más cerca de lo que la ciudadanía puede suponer, y varios ejemplos de ello se han conocido en Donostia durante la presentación de Gipuzkoa Quantum Hub. Piezas industriales, satélites, trenes, semiconductores o vectores lentivirales han mejorado gracias a la incorporación de esta tecnología disruptiva, tal y como se ha comprobado en la presentación de casos reales de la industria guipuzcoana.

Danobat ha logrado buenos resultados en la detección de anomalías en las piezas y en el desgaste y roturas de máquinas. Jokin Mugarza ha explicado que la computación tradicional exige el análisis de un elevadísimo número de datos cuando la cuántica permite reducirlo. “Se nos abre un nuevo mundo, una nueva forma de trabajar”, ha admitido.

Fabricación ferroviaria

En CAF, Asier Alonso ha explicado cómo han conseguido a través de la cuántica reducir el consumo energético de los vehículos a través de la definición del perfil de velocidad a la que debe circular para ahorrar entre el 15% y el 20% de este consumo, lo que “operadoras como Euskotren o Metro Bilbao agradecen”.

Presentación en Donostia del Gipuzkoa Quantum Hub. Ruben Plaza

Eso sí, ha advertido de que trabajar con tecnologías cuánticas exige un cambio de planteamiento del problema. “Utilizar un ordenador cuántico no es sencillo y debemos formarnos”, ha señalado.

De la misma opinión es Javier Ontañón de Iberdrola, quien ha señalado que la cuántica les ha ayudado a optimizar el emplazamiento de baterías en las redes eléctricas para mantener su nivel de tensión y suplir las caídas de red. Según ha dicho, han conseguido reducir costes y mejorar en el mantenimiento y suministro de tensión.

Comunicación con los satélites

Una empresa de avanzado nivel tecnológico es AVS y, fiel a esta apuesta, ha confiado en la cuántica para mejorar las prestaciones de sus sistemas críticos para el espacio. En julio lanzarán el satélite Lur para realizar fotos de Euskadi y serán capaces, gracias a las tecnologías cuánticas, de enviar a este equipo fotones polarizados desde la tierra.

Carlos Tomás, de Opscura, ha ofrecido un enfoque diferente. “La ciberseguridad se basa en que no se pueda resolver un problema que la cuántica sí que puede”, ha advertido, para añadir que en la actualidad puede haber agentes que ahora capten información que no pueden descifrar, pero que sí podrán hacerlo dentro de una década.

“De 10 años en adelante, lo más probable es que la ciberseguridad implantada no sirva para la cuántica”, por lo que el desafío es adelantarse, ha indicado.