El centro tecnológico Ikerlan con sede en Arrasate ha desarrollado la tecnología que incorpora la red de recarga móvil de vehículos eléctricos más potente del Estado diseñada por la empresa Wattson Charge, que ha habilitado una furgoneta urbana capaz de cargar un automóvil en menos de 15 minutos cuando en la actualidad este proceso se extiende entre seis y ocho horas con un banco de baterías de 200 kilovatios. Este sistema es único en el Estado, puesto que otras alternativas disponen de una potencia de recarga menor.

Luis Mir, responsable del área de Almacenamiento y Gestión de Energía de Ikerlan, unidad que el centro tecnológico tiene en Hernani, y el director general de Wattson Smart Charging, Rubén Valiente, han presentado hoy en esta localidad guipuzcoana la iniciativa que, según han afirmado, resuelve los tres principales problemas que presenta la carga eléctrica de vehículos. En primer lugar, según ha señalado Mir, se elimina la necesidad de encontrar un punto de recarga porque es la furgoneta eléctrica la que se desplaza.

"El 54% de la facturación total de Ikerlan procede de transferencia tecnológica a empresas"

Luis Mir - Responsable del área de almacenamiento de energía de Ikerlan

El tiempo de carga también se reduce drásticamente hasta el cuarto de hora, posibilidad muy útil en el caso de los viajes largos pero también, tal y como ha indicado Valiente, para las empresas con flotas de coches para uso comercial, como el caso de firmas de transporte o de alquiler de vehículos. “Cuantos más vehículos tengan efectivos, la rentabilidad será mayor”, ha afirmado, y la furgoneta de carga móvil capaz de atender a dos unidades a la vez en un tiempo reducido permite tener una mayor flota preparada para su uso. Su utilidad podría extenderse a coches destinados a la asistencia en carretera. En este contexto, ha recordado que hoy en día tan sólo el 1% de los cargadores eléctricos que existen en el mercado son ultrarrápidos.

DISPONIBILIDAD DE CARGA

Un tercer problema que plantea la electrificación de los automóviles es la disponibilidad de red. Los cargadores ultrarrápidos requieren de una fuerte inversión en infraestructuras para no cargar demasiado la red, obstáculo que los clientes de Wattson Charge evitan al sustituir este esfuerzo económico por un servicio de una furgoneta que se desplaza al punto que desean. “Esta tecnología permite recargar 100 kilómetros de autonomía de un vehículo eléctrico en menos de cinco minutos sin saturar la red eléctrica y sin necesidad de acercarse a una electrolinera”, han resumido los responsables de Ikerlan y Wattson Charge, no sin matizar que también depende de las características propias de cada vehículo.

Batería eléctrica de carga ultrarrápida con tecnología de Ikerlan. Iker Azurmendi

“Se trata de un claro ejemplo de transferencia tecnológica al mercado, que es uno de los compromisos de Ikerlan”, ha manifestado Luis Mir, quien ha recordado que el 54% de la facturación del centro tecnológico guipuzcoano, unos 15,8 millones de euros, proceden de proyectos con empresas. Los laboratorios de almacenamiento de energía y movilidad eléctrica de Ikerlan situados en el polígono Galarreta de Hernani llevan años investigando y diseñando para el mercado cargadores de baterías y sistemas de almacenamiento de energía, y ya han colaborado con empresas como Mapfre, Premium, Veltium, Cegasa o Nuuk.

FLOTAS DE AUTOMÓVILES

Por su parte, Wattson Charge es una startup nacida hace tres años en Madrid que dispone del cargador urbano móvil más rápido del Estado en una iniciativa que fue reconocida por la Fundación Mubil impulsada por la Diputación de Gipuzkoa. Desde hace año y medio trabajan con flotas y entre sus clientes se encuentran Europcar, Entreprise o Voltio de Mutua Madrileña, entre otros.

"Acercamos el cargador al vehículo sin necesidad de realizar costosas inversiones en infraestructuras"

Rubén Valiente - Director general de Wattson Charge

Su director general ha señalado que, por el momento, las flotas de automóviles son las que pueden beneficiarse en mayor medida de este sistema puesto que el mercado de los automóviles particulares “está muy disperso y resulta difícil gestionarlo”. No obstante, cree que cuando esta tecnología se extienda en la sociedad la propuesta de la furgoneta móvil de recarga eléctrica será una de las mejores opciones.