Está convencido de que un Gobierno liderado por el PNV es la mejor opción para el país y cree que las urnas le darán la razón.

¿Puede lastrar la economía el choque frontal entre izquierda y derecha en el conjunto del Estado? ¿Qué le dicen las empresas?

No solo las empresas, todos queremos que haya estabilidad política porque es buena para la economía. No da la sensación de que este Gobierno sea muy estable, tampoco da la sensación de que pueda haber un Gobierno alternativo más estable para las empresas y la actividad económica. Pero dicho esto, hay seguramente cosas más importantes que el hecho de que un Gobierno tenga dificultades para obtener ciertas mayorías. Entre ellas, la mala situación económica que están pasando Alemania o países europeos de cierta envergadura.

¿Le ha sorprendido la decisión del PNV de presentar un candidato alternativo a Iñigo Urkullu?

La decisión está en manos del partido y el PNV ha decidido que llega una nueva etapa y necesita un nuevo candidato. No voy a decir nada. Es una decisión de ellos y punto. Lo único que puedo hacer es desear lo mejor al candidato del PNV, porque yo soy del PNV también. Con lo cual, lo mejor para el candidato del PNV y que los resultados electorales sean los mejores. Lo que sí debo decir es que he estado encantado dos legislaturas con el lehendakari Urkullu. Hemos trabajado a gusto. Ha tenido toda su confianza, he trabajado con libertad y eso ha sido muy positivo, porque hemos hecho mucho. Me voy muy satisfecho de lo que hemos hecho entre todos en el Departamento. Se lo agradezco al lehendakari.

Ha comentado antes que cree que el próximo Gobierno va a poder aprobar nuevos presupuestos. Entiendo que se refiere a que el PNV volverá a gobernar y que tendrá mayoría o apoyos suficientes.

Eso es lo que yo espero. Es lo más razonable: la perspectiva de que el PNV siga gobernando, posiblemente en coalición también, con la estabilidad que parece que se echa en falta también en Madrid. Tener esa estabilidad política es bueno para las empresas, para los ciudadanos, para hacer bien los presupuestos y para funcionar con normalidad.

En cualquier caso, ha dicho que se va. Pedro Azpiazu no seguirá en el Gobierno.

Sí, ya lo he dicho. También digo que hasta que llegue el siguiente Gobierno tenemos varios meses en los que todavía vamos a trabajar a tope. Hay muchas cosas que hacer. Nuestra preocupación va a ser seguir haciendo lo que tenemos que hacer y hacerlo lo mejor posible. Y cuando llegue el final, llegará.

El apoyo del PNV a Pedro Sánchez tiene como contraprestación la transferencia de la Seguridad Social, ya se habla de la ruptura de la Caja Única.

Pueden estar tranquilos. El tema de la Seguridad Social es una transferencia que está en el Estatuto desde el año 79 y es una demanda política y económica. Hay sentencias del Tribunal Constitucional que garantizan que no se rompa la Caja Única. Lo que vamos a hacer es gestionar los recursos destinados a las políticas sociales de una manera global más eficiente y más coherente. No se trata de que de repente vamos a tener la Seguridad Social y como hay un déficit importante vamos a tener que poner en el Gobierno Vasco 4.000 millones de euros para financiar ese agujero. Cuando hubo superávit permanente en favor de Euskadi durante muchísimos años tampoco nos daban ese dinero.

¿Hay un exceso de huelgas?

La situación económica no casa con el número de huelgas que hay. Respetamos las huelgas porque es un derecho, pero tenemos que ser conscientes de que un exceso de huelgas impacta en la economía y genera perjuicios que no merece en el resto de la población. Hay que utilizar el derecho a la huelga con racionalidad. Euskadi parece un país conflictivo cuando no lo es. Este país evidentemente tiene sus problemas, pero hay una protección social importante para muchos colectivos. Sería bueno para todos que estas huelgas remitan.