El presidente del Grupo Mondragon, Iñigo Ucín, pidió ayer “simplificar” la regulación europea en materia de sostenibilidad, que calificó de “muy estricta”, porque las empresas están teniendo problemas “muy serios” para adaptar su negocio a ese modelo ya que hacerlo requiere de “cada vez mayor financiación, que hay que devolver”.

Ucín realizó estas afirmaciones en Bilbao, donde participó en la IV Jornada sobre Finanzas Sostenibles organizada por Abanca Bankoa y APD en una mesa redonda junto a la vicepresidenta nacional de la CNMV, Montserrat Martínez Parera, y el CEO de CAF, Javier Martínez-Ojinaga.

Moderada por la directora general de Inverco, Elisa Rincón, los tres intervinientes abordaron aspectos relacionados con la inversión social responsable y el marco regulatorio europeo.

Para el presidente de Mondragon, en materia de sostenibilidad empresarial, las firmas europeas tienen “una competencia desleal desde otras compañías, como las chinas, que no están sometidas a estas regulaciones, que tienen un coste”.

En este punto incidió en que “de nada sirve trabajar por transformar en la UE un modelo productivo, que en realidad produce el 10% de las emisiones, mientras que el 90% está más allá de las fronteras de Europa; mientras, al mismo tiempo, tenemos que mantener las empresas competitivas”.

En este sentido, advirtió a la Unión Europea de que “si no hay empresas, no hay empresas, ni sostenibles ni de las otras”, para añadir que “ese es el gran reto, simplificar la compleja regulación europea porque las empresas deben recurrir a la financiación para acometer la adaptación de sus modelos productivos y de gestión a las normas de sostenibilidad europeas”.

“Financiar está muy bien pero eso se tiene que devolver y con una regulación muy estricta, a la hora de devolver, como Europa no haga rápido y claro esa simplificación de su normativa, las empresas tendremos problemas, que ya los tenemos de competitividad en cuanto a precios”, afirmó.

Reiteró que, además, “Europa tendrá más problemas de los que ya tiene si no es capaz de defender el conocimiento y sus puestos de trabajo, frente a un ejército económico que es capaz de vender a pérdidas en un mercado cuando quiere posicionarse en él”.

Ucín recordó que la Unión Europea, cuando estimó los flujos necesarios para conseguir los objetivos fijados en el Acuerdo de París, empezó cifrándolos en 170.000 millones de euros anuales pero, cada vez que ese objetivo se revisa, va aumentando y ya vamos por 700.000 millones de euros anuales”, alertó.

Por su parte, la vicepresidenta de la CNMV, Montserrat Martínez Parera, explicó la labor del organismo como supervisores, que se centra en dos grandes líneas de actuación. Por un lado, lo relativo al marco regulatorio existente, a efectos de difundir información y dar transparencia hacia el inversor para facilitar y canalizar esos fondos y productos de inversión sostenibles disponibles. Por otra parte, “ayudar al potencial inversor para que, a la hora de canalizar esos ahorros con un objetivo relacionado con la sostenibilidad, pueda hacerlo”.