Madrid – La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) prevé una moderación de la tasa de ahorro de los hogares y estima que volverá “exactamente” a la media histórica del 6,7% en proporción de la renta disponible el año que viene. Desde la Fundación se detectó un repunte durante la primera parte del año de la tasa de ahorro fundamentalmente porque los hogares han considerado necesario devolver préstamos de manera anticipada para, de alguna manera, amortiguar el impacto de la subida del euríbor sobre sus costes financieros. No obstante, el director de Coyuntura y Estadística de Funcas, Raymond Torres, considera que esta tendencia “no va a continuar”.

Las proyecciones de Funcas indican que la tasa de ahorro de los hogares, medida según la renta disponible, vuelva exactamente a la media histórica del 6,7% el año que viene, frente al 8,2% previsto para este 2023 o el 7,6% registrado en el 2022. Así, se situaría exactamente en la misma tasa media registrada entre 2014 y 2019 (6,7%), que está por debajo de la anotada durante los años de la crisis financiera –entre 2008 y 2013– cuando alcanzó el 8,8%. Desde Funcas han detectado una aceleración en el crecimiento de la renta disponible de los hogares en términos nominales, que creció un 12,2% interanual en el segundo trimestre –tras el 11% en el primero–, siendo las tasas más elevadas de la serie histórica.

Estas cifras son debidas, según Funcas, al crecimiento de las remuneraciones y de las prestaciones sociales –fundamentalmente pensiones– que más que compensan el aumento en el pago de intereses. Todo esto lleva a que la tasa de ahorro continúe actualmente en registros muy elevados, situándose en el segundo trimestre en la cifra más alta de un segundo trimestre de toda la serie –excluyendo 2009 y los años de la pandemia, 2020 y 2021, caracterizados por el fenómeno del sobreahorro–.

El incremento del ahorro ha servido para devolver préstamos, aseguran desde Funcas. Al mismo tiempo, la deuda del sector privado continúa reduciéndose, como viene haciéndolo de manera ininterrumpida tras la finalización de los efectos de la pandemia en el primer trimestre de 2021. De hecho, en el segundo trimestre, la deuda consolidada para las sociedades no financieras se sitúa en el 66,6% y la de los hogares e instituciones privadas sin fines de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH) en el 49,9%, siendo las cifras son las más bajas de los últimos veinte años.

En cuanto al consumo de los hogares, desde la Fundación prevén que se recuperará a finales de este año, en el último trimestre de este 2023, y se situaría en el nivel prepandemia. Pese a esto, desde Funcas advierten de que en 2024 habrá un menor impulso de la normalización del turismo y los acuerdos de recuperación de poder adquisitivo de los salarios, con su corolario en términos de renta disponible de los hogares y consumo privado. Así, se prevé que el deflactor del consumo privado registrará una ligera desaceleración, desde el 3,9% este año hasta el 3,6% el próximo año.

Inflación

Sobre el consumo, el Observatorio Cetelem ha publicado el informe El impacto de la inflación en los hogares en 2023, en el que concluye que el 74% de los consumidores del Estado asegura que su economía se ha visto afectada por la alta inflación, descartando compras previstas para los próximos meses, aunque supone cinco puntos porcentuales menos que hace un año.

Este porcentaje asciende al 84% en el caso de los jóvenes con edades comprendidas entre los 25 y 29 años, el segmento de edad más afectado por el impacto de la inflación. Entre aquellos afectados por la alta inflación y que han descartado las compras previstas, el principal motivo que alega el 49,1% es no tener presupuesto para realizarlas, frente al 51,5% del año anterior. Por edades, los consumidores que más alegan esta situación son los que tienen entre 55 y 59 años, con un 64,3%, y aquellos entre los 50 y 54 años, con un 63,6%.

Asimismo, un 47,8% prefiere destinar el importe previsto para dichas compras al ahorro, porcentaje muy similar al de hace un año.