La inflación de la eurozona retrocedió en septiembre a una tasa interanual del 4,3%, nueve décimas menos que en el mes anterior, en el que es el dato más bajo desde octubre de 2021, según los datos publicados este miércoles por la oficina comunitaria de estadística Eurostat.

La inflación subyacente -que excluye el efecto de los precios de energía, alimentos frescos, alcohol y tabaco por ser los más volátiles y sirve de referencia para el Banco Central Europeo (BCE) a la hora de fijar sus política monetaria- se situó a su vez en el 4,5%, ocho décimas menos que en agosto, confirmando así las estimaciones preliminares que Eurostat publicó a finales de septiembre.

Por otro lado, la inflación en el conjunto de la Unión Europea en el noveno mes del año fue del 4,9%, un punto menos que la tasa interanual observada en agosto y el menor dato también desde octubre de 2021.

Con respecto a las diferentes categorías de productos, el sector de los servicios representó la mayor contribución a la inflación interanual de la zona euro (más de dos puntos porcentuales), por encima de los alimentos, el alcohol y el tabaco (1,78 puntos) y los bienes industriales no energéticos (1,06 puntos).

Por contra, la energía, que estuvo en el origen de los incrementos de los precios por la cotización disparada del gas, restó medio punto (-0,55 puntos) a la inflación de los países de la moneda común en septiembre.

Aun así, el reciente incremento del precio de los hidrocarburos se refleja en un aumento del precio de la energía con respecto a agosto del 1,5%, por debajo del 2,1% de los bienes industriales no energéticos pero superior a la observada para alimentos, alcohol y tabaco (-0,1%) y para servicios (-0,9%).

El análisis por países de la Unión Europea arroja que Países Bajos fue el único socio que registró una disminución de sus precios (-0,3%), mientras que Dinamarca (0,6%), y Bélgica (0,7%), registraron las menores tasas de inflación del bloque.

Los siguientes países con menor inflación fueron Grecia (2,4%) y Finlandia (3%), seguidos del Estado español, cuyo incremento de los precios aumentó del 2,4% de agosto al 3,3% en septiembre teniendo en cuenta el cálculo armonizado con el resto de la UE.

En relación a las otras grandes economías europeas, Alemania observó una caída de más de dos puntos de su inflación, desde el 6,4% hasta el 4,3%, mientras que en Francia se mantuvo estable en un 5,7% y en Italia subió una décima, hasta el 5,6%.

En total, la inflación descendió en 21 Estados miembros, se mantuvo estable en uno y aumentó en cinco, siendo las mayores tasas las de Hungría (12,2%), Rumanía (9,2%) y Eslovaquia (9%).