Tecnalia ha destacado que la obligatoriedad del Pasaporte Digital de Productos europeo “acelerará la transición de Euskadi a una economía circular” en un comunicado enviado ayer.

El centro señaló la oportunidad de esta normativa, que se empezará a implantar en 2026 en las baterías, para desarrollar nuevos modelos de negocio en sectores como la construcción, servicios tecnológicos o logísticos, y donde Euskadi, gracias a la tecnología digital, está “muy bien posicionada para su implementación y gestión”.

La Unión Europea implementará el Pasaporte Digital de Productos (PDP) en la gran mayoría de materiales y sectores industriales en 2030 como solución para una producción más sostenible, modelos de negocio circulares y decisiones de compra bien informadas.

Esta herramienta permitirá recopilar y compartir toda la información de cada producto regulado en la UE en todo el ciclo de su vida, que ya ha dado sus primeros pasos con la aprobación de la normativa que obligará a todas las baterías comercializadas en Europa a poseer un pasaporte digital a partir de 2026.

“Que el PDP se convierta en un requisito para la comercialización de materiales en la Unión Europea supone un desafío en términos de gestión y adaptación para las empresas. El PDP está a punto de revolucionar el comercio en Europa y es esencial que las empresas vascas comprendan el impacto en la sostenibilidad europea y cómo abordar este cambio”, explicó Iván Gutiérrez, experto en ciberseguridad y blockchain de Tecnalia.

El pasaporte llega junto a un grupo de regulaciones para la transformación digital y la Regulación en Ecodiseño para Productos Sostenibles, que promueven la transparencia y la sostenibilidad dentro de los objetivos de desarrollo sostenible de la Unión Europea.

Desde el centro tecnológico vasco destacaron que Euskadi está “bien posicionada” para abordar esta transformación tecnológica de manera competitiva, porque “tanto el sector industrial como el de la construcción, por ejemplo, llevan años invirtiendo en digitalización e industria 4.0”.

Será “una herramienta compleja, que implicará el aporte de distintas tecnologías que deben trabajar en armonía para lograr sincronizar a todos los productos con sus ciclos de vida”, señaló Tecnalia.