Una familia de clase media destina ya cerca del 50 % de su renta a cubrir sus gastos esenciales -alimentación, suministros y vivienda- y ese porcentaje se eleva hasta el 60 % si el mismo hogar hace frente además al pago de una hipoteca variable, según un informe publicado este jueves por el Banco de España.

La inflación y los tipos de interés afectan de manera muy diferente a las familias españolas, según sus gastos, su capacidad de ahorro o el nivel de endeudamiento, lo que explica que un 9 % de los hogares ni siquiera pueda cubrir ya los gastos básicos con su renta.

Además, el porcentaje de hogares en una situación "especialmente frágil", definidos como aquellos que no pueden cubrir el gasto esencial durante más de un mes, superaría el 4 %. Este porcentaje es sustancialmente más elevado en las familias con el nivel más bajo de renta, donde llegaría al 17 %.

FINANCIACIÓN MÁS CARA

En el inicio del año, la financiación bancaria se ha encarecido, aunque en el caso de las hipotecas lo ha hecho menos de lo esperado, añade el Banco de España, que señala que se ha reducido tanto la disponibilidad de crédito como la demanda por parte de los hogares, que previsiblemente hará que se frenen las peticiones de hipotecas.

Y aunque se ha ido reduciendo progresivamente la pérdida de poder adquisitivo, por las subidas salariales y la mayor estabilidad de precios, aun así se nota cada vez más el impacto negativo de la subida de los tipos en los hogares de menores rentas.

No obstante, la tasa de ahorro de los hogares en el inicio de 2023 se situó por encima de la media histórica, la riqueza de las familias ha aumentado y se ha reducido su ratio de endeudamiento.

Los créditos morosos siguieron reduciéndose, con una caída en marzo del 22,5 % en tasa interanual, los préstamos en vigilancia especial -aquellos con riesgo de entrar en impago- repuntaron desde finales del año pasado, con un crecimiento de un 18 % interanual en marzo, lo que muestra un deterioro de la calidad crediticia en los préstamos concedidos a los hogares.

En el caso de las empresas, el coste de la nueva financiación también se elevó en el primer trimestre del año, en esta ocasión en la misma proporción que lo hizo en el pasado y con mayor intensidad para las grandes empresas, pues ha subido más en los préstamos por encima de un millón.

Al igual que en los hogares, el acceso al crédito se ha deteriorado para las empresas y se ha reducido la demanda principalmente por los mayores tipos de interés y por las menores necesidades para financiar inversiones.

La facturación de las empresas siguió aumentando a un ritmo elevado, aunque el aumento del coste medio de la deuda estaría empezando a frenar el avance de los beneficios después de intereses.

La ratio de endeudamiento de las empresas siguió reduciéndose, si bien la de carga financiera repuntó ligeramente.âEn este contexto, el porcentaje de empresas vulnerables descendió en el primer trimestre de 2023 y volvió a niveles prepandemia.

Los préstamos dudosos de las empresas no financieras continuaron descendiendo, con una caída interanual del 14,9 % en marzo, 10 puntos porcentuales más que un año antes. Los retrocesos han sido más acusados en los sectores más afectados por la pandemia (16,9 %), cuya capacidad de pago ha mejorado, al recuperarse la actividad económica tras el levantamiento de las restricciones a la movilidad.

A diferencia de las familias, los préstamos en vigilancia especial siguieron reduciéndose de forma significativa en el caso de las empresas, con una caída del 17,1 % en marzo de 2023. En los sectores más afectados por la pandemia el descenso fue más intenso (28,3 %).