“La prosperidad de un territorio está unida al progreso de su tejido industrial y empresarial, pero sólo las compañías de vanguardia son las que entienden que su desarrollo está también unido al entorno que las rodea”. Rafael Idigoras, director gerente de Soraluce, trasladó esta idea para explicar la participación de la cooperativa guipuzcoana en un proyecto de revitalización del barrio de Osintxu de Bergara, donde se encuentra su sede.

Este barrio fue declarado zona degradada por el Gobierno Vasco en 2019 y el Ayuntamiento de Bergara decidió impulsar el programa Osintxu Bizi junto con entidades locales, vecinos del barrio y las cooperativas LKS Krean y Soraluce, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Idigoras enmarcó la inauguración de la nueva planta en este programa porque, según dijo, realiza varias aportaciones al entorno, entre las que se encuentra la creación de empleo directo e inducido, pero también el uso de energía asequible y no contaminante para el entorno. Además destacó que esta actuación instala en el barrio una actividad industrial que es innovadora y una infraestructura sostenible.

“En Soraluce somos muy conscientes de la importancia del papel que jugamos”, aseveró Idigoras, quien prosiguió que, “desde el orgullo de compartir una historia común y la lógica de dar a quienes primero nos dieron, hemos convertido nuestro impulso en el impulso de Osintxu” mediante la inauguración de la nueva planta junto a su sede.