El euríbor se ha convertido en un indeseable compañero de viaje que no parece dispuesto a dar tregua. Su impacto sobre los hogares endeudados continúa al alza y sin visos de remisión. Que el tipo variable suba en un año del 0,5% al 3,5% supone para una familia con una hipoteca media de 160.000 euros a 30 años un desembolso de 250 euros mensuales más. Un coste disparado, asociado a los intereses de una cuota demasiado elevada en Gipuzkoa. Se trata del territorio vasco con un mayor nivel de endeudamiento: 171.020 euros de media, por encima de Bizkaia (167.862 euros), y un 30% más que el desembolso que realizan las familias en Araba al firmar sus hipotecas.

La situación ha variado radicalmente en el último año, e incluso en las últimas semanas es tal la volatilidad del euríbor que se habla de “montaña rusa” de imprevisibles consecuencias. Así lo define el Observatorio Vasco de la Vivienda, dependiente del Gobierno Vasco, que ha publicado un informe sobre el impacto de la subida de tipos interés, tras una escalada que situaba al euríbor este miércoles en el 3,57%.

El índice se había mantenido en niveles muy reducidos desde hace más de una década y llegó a situarse en tasas negativas a partir de 2016. Un hecho sin precedentes en la política monetaria europea de los últimos 40 años, que sin embargo ha experimentado un viraje “drástico”.

Tensiones inflacionistas

La razón, según refleja el informe, es la aparición de fuertes tensiones inflacionistas en sectores estratégicos como el energético y el logístico. Es lo que ha hecho desaparecer la política monetaria expansiva que había facilitado estos años atrás a las familias el crédito a tipos de interés tan reducidos. El fuerte aumento de la inflación hasta cotas del 10% anual ha supuesto “una muy rápida escalada del euríbor”, que se acerca peligrosamente al 4%.

La revisión de las hipotecas está provocando por todo ello más de un quebradero de cabeza a tantas familias guipuzcoanas. El esfuerzo para el pago del crédito no deja de crecer. El importe medio crece en 13.000 euros desde 2019. Si en 2021 suponía el 28,24% del salario medio, durante el último año el porcentaje de los ingresos destinado a la vivienda es del 30,22%. Ha crecido dos puntos en tan solo doce meses, y las previsiones a corto y medio plazo apuntan a que se mantendrán e incluso pueden seguir aumentando los tipos de interés.

Ni tan siquiera las recientes crisis bancarias en Estados Unidos y Suiza parecen desviar de su obsesión por el control de la inflación al Banco Central Europeo (BCE), aunque su presidenta Lagarde reconozca públicamente cierta flexibilidad en esa senda de subida de tipos y una moderación en su alcance”, según recoge el informe del Observatorio Vasco de la Vivienda en sus conclusiones. El estudio apunta a que esa “obsesión por la inflación al 2%” puede llegar a provocar “un mal mayor y muy conocido como son las crisis bancarias”.

Más hipotecas a tipo fijo

Por lo pronto, el mes pasado, el euríbor había superado ya el 3,97%. El estudio señala que “no es posible” disponer de datos sobre el número total de personas y familias vascas que están endeudadas a tipo variable y en qué medida les puede impactar directamente la subida de tipos en su economía doméstica. No obstante, hay un dato que sí permite acercarse a esa realidad.

Algo más de 200.000 personas incluyen en su declaración la deducción por compra mediante hipoteca, por lo que -deduce el informe- “una parte considerable” de las mismas se corresponden con aquellas que han sido firmadas en las dos últimas décadas. A este respecto, se observa un cambio de tendencia.

Si hace seis años las hipotecas a tipo variable suponían el 90% del total, en 2022 ese porcentaje cayó al 42% y actualmente las hipotecas a tipo fijo superan la mitad del total

Esa “montaña rusa” a la que alude el estudio debido a la volatilidad del euríbor ha provocado que las familias vascas comiencen a buscar una mayor estabilidad para sus bolsillos. Si hace seis años las hipotecas a tipo variable suponían el 90% del total, en 2022 ese porcentaje cayó al 42%. Actualmente, las hipotecas a tipo fijo superan la mitad del total.

Sean en una modalidad u otra, la subida no parece afectar por el momento al ritmo en la firma de hipotecas, que continúa mostrando una tendencia creciente desde 2013. Se registraron entonces 12.146, y el año pasado se cerró con 22.905. Un volumen que pese a todo se encuentra “muy lejos” de las 30.000 que se constituyeron en la primera década del siglo. “Todavía es pronto para ver los efectos de la subida del euríbor en la concesión de hipotecas. Estos efectos y el endurecimiento de las condiciones de acceso al crédito a hogares y empresas se verán a lo largo de 2023 como mínimo”, según recoge el informe.

Cuota media mensual de 720 euros

La cuota mensual que pagan las familias vascas de media es de 720 euros, 49 euros superior al promedio estatal. El esfuerzo para el pago de la vivienda en el País Vasco ronda el 30% del salario medio, cuando en 2016 se situaba en el 26%. Se sitúa, en todo caso, dos puntos por debajo de lo que supone en el conjunto del Estado.

Ese esfuerzo financiero crece hasta el 58,7% en el caso de la población joven que busca una vivienda en el mercado libre, según datos del Observatorio Vasco de la Juventud. Un colectivo para el cual las previsiones no parecen muy halagüeñas, ya que siguen apuntando al aumento de la cuota hipotecaria -salvo que los salarios crezcan en una proporción similar- algo que el estudio juzga de “muy poco probable”.

El informe señala, no obstante, que Euskadi es la única Comunidad Autónoma que mantiene de forma generalizada la deducción por compra de vivienda en el IPRF, lo que reduce el coste efectivo del pago de las hipotecas en un promedio de 80 euros mensuales, según los últimos datos del Observatorio Vasco de la Vivienda.