El atún rojo es un animal "prodigioso", el "más evolucionado" de los túnidos y presenta adaptaciones evolutivas muy interesantes. Así define la especie el responsable de investigación de túnidos de Azti, Josu Santiago, que recuerda que los ejemplares de mayor tamaño pueden llegar, incluso, a pesar más que un toro. "Hay un récord de ejemplares de 700 kilos", afirma este experto, que explica que, con diez años de edad, los ejemplares de atún rojo pueden llegar a medir dos metros y a superar los 200 kilos, mientras que al llegar a los 20 años, superan los 3 metros de longitud y pesan entre 300 y 400 kilos.

"Es un animal prodigioso. El atún rojo es de los túnidos más evolucionados y tiene adaptaciones evolutivas en cuanto a su capacidad de conservar el calor interno de forma que tiene unas posibilidades de distribuirse geográficamente que otros túnidos no lo tienen: de esta forma encontramos atún rojo en Noruega y algunos se sumergen a más de 1.000 metros de profundidad", señala Santiago.

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Descarga de espectaculares ejemplares de atún rojo en Pasaia Javi Colmenero

Sin embargo, el experto advierte: no se debe confundir el atún rojo del bonito del norte. "Son como tigres y leones", dice divertido, al tiempo que remarca que "no tienen nada que ver". "Aunque son primos hermanos y todos pertenecen al género thunnus, son dos especies distintas que nada tienen que ver". "El bonito del norte, también conocido como atún blanco o hegaluze en euskera, pertenece a la especie thunnus alalunga, mientras que el atún rojo o cimarrón, hegalabur en euskera, es de la especie thunnus thynnus", cuenta. "El bonito del norte nunca puede alcanzar esas tallas tan gigantescas: lo máximo que medirá serán 120 centímetros de longitud y tendrá hasta un máximo de 40 kilos de peso", muestra.

"Son especies absolutamente distintas aunque, felizmente, ambas nos visitan en el Golfo de Bizkaia, porque es una zona muy rica de alimento y los tenemos regularmente todos los años", celebra.

Recuerda que su presencia es más frecuente a "finales de primavera" y durante el verano, aunque, gracias a los programas de recuperación de la especie puestos en marcha en 2006, "vemos la población es más abundante también en invierno", algo que antes era "anecdótico".