El sector de la máquina herramienta prevé crecer un 5% este año gracias a la buena cartera de pedidos que ha logrado durante 2022, un ejercicio que transcurrió por encima de las expectativas al facturar 1.723,83 millones de euros con un incremento del 9,7%. El Clúster AFM que representa a las empresas de máquina herramienta, con una alta proporción ubicadas en Gipuzkoa, ha constatado hoy que los efectos negativos de las diversas dificultades surgidas a lo largo del pasado ejercicio han sido inferiores a lo previsto y la actividad se encuentra en una buena posición para afrontar 2023.
La buena evolución registrada durante el año pasado se refleja en una elevada facturación que, además, afectó tanto al arranque como a la deformación. En este sentido, el Clúster AFM recuerda que la deformación en los ejercicios anteriores había acumulado sucesivas caídas provocadas por la crisis en el sector de la automoción, uno de sus principales clientes. Su reactivación provocó una evolución al alza en esta actividad para asimilarla a la del arranque. No solo la automoción contribuyó, en general, a la mejora de las ventas de la máquina herramienta, sino que también lo hizo la energía, la industria aeroespacial, los bienes de equipo y la actividad metalmecánica.
“Contra todo pronóstico, la demanda de tecnologías de producción se ha mantenido robusta”
Un dato de especial relevancia en un sector con una marcada proyección exterior es el de las exportaciones, que en 2022 alcanzaron la cifra de 1.364,6 millones de euros, “el mejor dato de la historia”, según afirmó el Clúster AFM, quien además añadió que, al igual que sucede con la facturación, tanto el arranque como la deformación presentan similares niveles positivos. La marca batida en exportaciones tiene como protagonista a Italia, donde se alcanzó “una espectacular cifra de ventas, la mayor registrada” impulsada por los programas de incentivos a la inversión productiva aplicados por el Gobierno italiano, según indicó José Pérez Berdud, presidente de AFM Clúster.
CAPTACIÓN RÉCORD
También tuvieron una aportación valiosa Alemania, Estados Unidos, Francia y China en un año en el que se batió un segundo récord, en esta ocasión en captación de pedidos si se calcula en términos absolutos, y la segunda mayor si se descuenta la inflación al crecer un 11,3%. AFM señala que el mayor número de encargos procede de China, Alemania, Estados Unidos, México e Italia, procedentes de los sectores de la automoción, la aeronáutica, la energía, los bienes de equipo y la metalmecánica, cuya reactivación en unos casos y las positivas perspectivas en otros auguran un buen ejercicio.
Si los pedidos procedentes del extranjero crecieron un 13,25%, los que tienen como origen el mercado interno lo hicieron muy por encima, un 31,7%. No obstante, el clúster de la máquina herramienta advierte de que se parte de bases mucho más bajas y de que, si bien la evolución ha sido buena, todavía se mantiene en “cifras muy modestas y menos de lo deseable para un país que necesita más industria y mejor equipada”. En cualquier caso, los datos correspondientes a 2022 permiten al Clúster AFM afrontar el presente ejercicio “con optimismo”.
“Nuestro posicionamiento en sectores estratégicos y las carteras nos harán aguantar bien el año”
PERSPECTIVAS
El crecimiento estimado del 5% para 2023 se basa en diversos motivos que desgranó el director general del Clúster AFM, Xabier Ortueta, quien avanzó que, si bien esperan una ralentización de la economía que provocará una caída de pedidos, se tratará de algo transitorio que se superará con agilidad. Las empresas del sector cuentan además con una buena cartera de pedidos que garantizan su actividad, además de “nuestro posicionamiento en sectores estratégicos como la energía, la industria aeroespacial, los bienes de equipo o la automoción”, indicó Ortueta.
Añadió que, ante la crisis de suministros que ha afrontado la economía europea agudizado por la guerra de Rusia en Ucrania o el cierre de China por el covid-19, se ha agudizado la necesidad de asegurar las cadenas y la asociación entre países con intereses comunes para garantizar los suministros, lo que representa una oportunidad para la máquina herramienta ante “las nuevas e interesantes inversiones en equipamiento” que representan.
Entre los riesgos, AFM apunta a la rentabilidad, en un momento de elevada inflación que estrecha el margen de beneficios de las empresas, y “fabricar los pedidos en cartera a tiempo y de manera eficiente en un momento en que esto es complicado”, según advirtió Xabier Ortueta. Como ejes estratégicos, el Clúster AFM se ha propuesto la atracción y retención del talento, el impulso a la digitalización del sector y la transición ecológica.
