El próximo viernes se marcará un hito en la historia del Grupo Mondragon con la celebración de sendas asambleas extraordinarias de Ulma y Orona en la que los socios decidirán si deciden permanecer en el grupo cooperativo o, por el contrario, optan por emprender caminos en solitario, en cualquier caso sin abandonar el modelo cooperativo. Las largas semanas que han precedido esta cita, que se han visto salpicadas con declaraciones de una y de otra parte, tendrán su punto final en Ilunbe de Donostia en el caso de Ulma y en Galarreta de Hernani en el de Orona.

La controversia surge de una propuesta presentada de manera conjunta por Ulma y Orona al Grupo Mondragon para ser tratada en el Congreso que celebró el pasado 15 de noviembre, en la que se plantea un nuevo marco de relaciones con un menor grado de adhesión a la alianza cooperativa con sede en Arrasate.

Ulma y Orona plantean un nuevo marco de relaciones con un menor grado de adhesión al Grupo Mondragon

En esencia, propone crear la figura de cooperativa convenida que, entre sus principales características, se desliga del cumplimiento de las normas congresuales de Mondragon y de su participación en la estructura orgánica. Como excepción, se contempla la posibilidad de acudir al Congreso, pero si voz ni voto.

Estas cooperativas convenidas tampoco participarán en los instrumentos financieros del Grupo Mondragon y, en este caso, también se establece una excepción con el FEPI o Fondo de Educación y Promoción Intercooperativa. La relación de este tipo de cooperativas con el Grupo Mondragon se establecerá a través de un convenio de carácter anual y prorrogable, otra de las novedades de la propuesta.

Los órganos directivos de la alianza cooperativa rechazaron plantear esta ponencia en la cita congresual al considerar que los plazos no permitían debatir en profundidad su contenido. Además, consideran que  “cambia la propia concepción de Mondragon” y “significaría la mayor revisión de cuantas se hayan realizado por el Congreso desde su constitución”. Sin negarse a abrir un análisis, la corporación cooperativa afirma que esta cuestión debía ser abordada con tiempo para asegurar la rigurosidad.

RECORRIDO

En cualquier caso, tanto Orona como Ulma han mantenido que, de no aceptarse el documento como finalmente así ha sido, plantearán a sus socios en sendas asambleas extraordinarias a celebrar el viernes 16 de diciembre su salida de la corporación cooperativa.

Desde que se conocieron estas intenciones, los órganos directivos de ambas cooperativas han mantenido numerosas reuniones con los socios para informarles del contenido de la propuesta. Según informó Orona, llegó a convocar 40 citas informativas entre sus 5.700 socios que se distribuyen entre la central de Hernani y plantas distribuidas por el Estado para recoger sus aportaciones. Una vez analizadas, afirma, va a desarrollar otras 40 antes del 16 de diciembre para “resolver definitivamente la inaplazable recuperación de la soberanía”.

Sede de Orona Ideo en el polígono Galarreta de Hernani. Aitziber Muga

Por su parte, Ulma ha llegado a celebrar 38 reuniones en sus nueve líneas de negocio en las que trabajan 2.789 socios en las que ha planteado que en su histórica pertenencia al Grupo Mondragon ha debido realizar “terribles esfuerzos” para adaptarse a sus normas, entre los que cita superar una división sectorial y crear Ulma Inversiones “para fortalecer nuestro desarrollo industrial”.

El silencio que en el comienzo de este proceso se impuso por parte de ambas cooperativas, cuyos responsables declinaron aparecer en los medios de comunicación, se rompió hace unas semanas con comunicados en los que emplearon un lenguaje duro contra el Grupo Mondragon.

ACUSACIONES

Así, a medida que se acercaba la fecha decisiva, surgieron denuncias sobre “presión” ejercida por la alianza cooperativa a los socios, en referencia a la misiva enviada por la Comisión Permanente y el Consejo Rector de Mondragon antes mencionada, e incluso de “injerencias”, término utilizado tanto por Ulma como por Orona.

Por su parte, el presidente del Grupo Mondragon, Iñigo Ucín, lamentó la falta de voluntad de ambas cooperativas de entablar un diálogo. Según señaló, la alianza cooperativa ha demostrado una alta capacidad de entenderse con empresas ajenas a este modelo empresarial y, sin embargo, no puede colaborar con Ulma yOrona ni en aspectos menos esenciales.

Por este motivo, se dirige a los responsables de Ulma yOrona, son sedes en Oñati y Hernani respectivamente, para pedirles que recuperen su presencia en los órganos directivos de Grupo Mondragon, perdida en los últimos años, y establecer así los cauces para un diálogo. Ucín niega cualquier tipo de intromisión en la gobernanza de estas cooperativas por parte de Mondragon dado que, según asegura, uno de los principios de la alianza es respetar la soberanía de cada negocio que la integra.

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Tanto Ulma como Orona han expresado su compromiso con el modelo cooperativo

Independientemente de la decisión final que adopten los socios de las empresas de Oñati y Hernani, ambas han expresado su compromiso con el modelo cooperativo, que entienden en su sentido más amplio, es decir, con una visión que abarca a todas las cooperativas aunque no pertenezcan a Mondragon. Según dicen, su propuesta está destinada a reforzar este modelo empresarial con fuerte arraigo en Gipuzkoa.