En la tercera jornada de huelga del Metal de Bizkaia, el sindicato LAB se concentró ayer ante la sede de la asociación de empresas de Gipuzkoa, Adegi, en Donostia para reivindicar un “convenio digno” para el sector guipuzcoano, en la línea de las reivindicaciones que durante estos días se producen en Bizkaia.

En las últimas semanas se han realizado asambleas con delegados y trabajadores, en las que se han recogido las necesidades del sector con la idea de conformar su plataforma de negociación de cara a los contactos que tendrán lugar el año que viene, tal como aseguró el sindicato en la concentración.

En este sentido, reconoció que “el camino al acuerdo no va a ser fácil”, pero están dispuestos a “abordar lo que venga”. LAB censuró que ELA, sindicato mayoritario en el sector, “decidió dejar de lado a los trabajadores y a la lucha y darle la mano a la patronal, aprobando unilateralmente el acuerdo sin contar con la mayoría absoluta”.

A su juicio, ello “condicionó el proceso de negociación y el posible acuerdo, por lo que el pacto obtenido no pudo dar respuesta a todas las necesidades de los trabajadores y trabajadoras del sector”.

Los representantes de LAB indicaron que algunas de las propuestas de la plataforma de este sindicato son garantizar la subida salarial en función del IPC, una reducción de jornada en el camino hacia la semana laboral de 1.592 horas o complementar las incapacidades temporales en las enfermedades comunes y en los casos de enfermedad derivada del trabajo.

También trabajarán para avanzar en la prevención de accidentes de trabajo, así como para obtener permisos y licencias para la conciliación familiar”. LAB considera “obligatorio acordar un protocolo contra el acoso sexual” en los talleres, así como un “diagnóstico específico para aumentar la presencia de las mujeres en el sector”.

Huelga

En Bizkaia, la tercera jornada de huelga del Metal se saldó con enfrentamientos entre piquetes y la Ertzaintza en la localidad de Artea. Según informó el Departamento vasco de Seguridad, los hechos ocurrieron en el marco de una concentración en la que participaban alrededor de 300 personas. Según la Er-tzaintza, en el momento en que fueron a identificar a varias personas, algunos de los concentrados “se echaron encima” de los policías.