El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, abrió ayer la ronda de comparecencias del Gobierno para explicar las claves presupuestarias de cada departamento. Su comparecencia en el Parlamento también marcó el inicio de la búsqueda de apoyos al proyecto de presupuestos de 2023, aunque la negociación arrancará formalmente el próximo miércoles con todos los grupos de la oposición salvo Vox. Azpiazu pidió a la oposición un “ejercicio de realismo político-económico” y que presenten “mejoras” a las cuentas para lograr apoyos más allá de la mayoría que suman PNV y PSE.

Ese partido se jugará las próximas semanas, pero hay más cuestiones que resolver a más largo plazo. Entre ellas, nuevas inversiones del Gobierno Vasco a través de Finkatuz, cuyo último movimiento ha sido un acuerdo para entrar con un 6% en el capital de ITP y garantizar su anclaje en Euskadi. El objetivo de los nuevos movimientos será el mismo.

Azpiazu informó de que el Departamento de Economía y Hacienda contará en 2023 con una dotación de 138,1 millones de euros, una cifra superior en 9,5 millones al presupuesto presentado en 2022, un 7,4% más. Gran parte de esos recursos, 60 millones, tendrán como destino el Instituto Vasco de Finanzas y, de ellos, 40 millones pasarán precisamente a engrosar los recursos del Fondo Finkatuz. De este modo, el Ejecutivo cumple con el compromiso de alcanzar los 300 millones de euros y continuar con el proceso de toma de participaciones en empresas. Una dinámica que, además de ITP, ha permitido al Gobierno a entrar ya en Iparlat y CAF.

En relación al fabricante de motores de aviones, Azpiazu señaló que “esta participación nos permite garantizar el futuro de ITP en Euskadi”, subrayó. Señaló además el camino a seguir de futuras operaciones: conservar “empresas de futuro”, que generan un empleo “importante” y de alta tecnología. Azpiazu repasó el contenido del proyecto presupuestario, que asciende a 14.250,7 millones de euros, lo que supone un incremento del 8,7%.

El titular de Hacienda recordó que el contexto económico marca el diseño de estos presupuestos. Las nubes siguen proyectando sombra, pero Azpiazu destacó que uno de los frentes abiertos ya envía señales de mejora. Se trata de la inflación, que ha bajado en dos meses del 10% al 7,3%.

Por parte de la oposición, la parlamentaria de EH Bildu Leire Pinedo criticó que ante la coyuntura actual el Gobierno “se conforma con capear el temporal cuando hay que cambiar el rumbo de las políticas públicas”. El parlamentario de Elkarrekin Podemos-IU David Soto mostró su “disponibilidad” para negociar las cuentas e intentar mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía”. El parlamentario de PP+Cs Luis Gordillo subrayó que su grupo “mantiene la mano tendida” al Gobierno para hacer un presupuesto que “sirva para aliviar la situación compleja que viene”.