La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, pidió ayer que se cumplan las medidas de ahorro energético aprobadas por el Gobierno central, de las que dijo que tienen “flexibilidad suficiente” tanto en el sector turístico como para garantizar la seguridad laboral. Maroto defendió que el real decreto de ahorro aprobado por el Gobierno “lo que hace es cumplir la estrategia de seguridad energética que se aprobó la semana pasada en Europa”, para cumplir la obligación de reducir el consumo energético en un 7%, señaló.

Indicó que “las medidas son sencillas, asumibles y con flexibilidad en su aplicación” y puso como ejemplo que los límites de temperatura de climatización, en el caso del sector turístico, se aplican en las zonas comunes de los hoteles pero “no se han incorporado las habitaciones para que el estado de confort del viajero esté garantizado”.

Maroto defendió que hay “las excepciones necesarias” que además permiten “garantizar que los trabajadores tengan un espacio donde puedan desarrollar su trabajo con el confort necesario, en lugares como las cocinas y las lavanderías”, con una climatización adecuada a sus puestos de trabajo. La titular de Turismo señaló que cuando hay normativa específica de una actividad o en el ámbito de la seguridad laboral, que establece una climatización por debajo de los 27 grados que ha fijado el Gobierno central, es esa la que se aplica. Añadió que, en los comercios, “si hay picos de ocupación y por tanto aumentos de calor, el real decreto da la flexibilidad necesaria como para que se aplique teniendo en cuenta el sentido común”.

“Son medidas sencillas, asumibles y no tienen por qué afectar a la actividad económica ni al grado de confort de las familias, pero necesitamos ahorrar para reducir el consumo en un 7%”, recalcó e insistió en la importancia de “interiorizar las medidas, porque España tiene que cumplir con Europa”.

Maroto explicó que a corto plazo es necesario ahorrar y en medio y largo mejorar la eficiencia, para lo que el Gobierno ha aprobado un paquete de refuerzo en eficiencia energética con 100 millones de euros destinados al sector terciario.