La reforma laboral ha tardado en coger vuelo en Euskadi con respecto a otras comunidades, pero en el último mes ha comenzado a mostrar su impacto en el mercado de trabajo de la CAV. De esta manera, la contratación indefinida volvió a marcar un máximo histórico en ese mes, ya que de los 54.340 contratos suscritos ese mes, el 30,5% fueron de ese tipo, un 7,85% más que el mes anterior.

Por contra, en diciembre, el último mes antes de que entrara en vigor el nuevo texto, la tasa de firma de indefinidos fue del 9,3%. Respecto a un año antes, el salto positivo supera el 170%. Lo que no significa que la temporalidad no siga presente en el mercado laboral vasco. De los 264.531 contratos firmados en los cuatro primeros meses del año, el 80,6% han sido de carácter temporal (por el 71,3% del Estado), especialmente por los datos de los dos primeros meses del año.

INDUSTRIA

En opinión de la economista Ainhoa Ugarte, el fuerte peso del sector industrial en la economía vasca, un entorno en el que el contrato indefinido está mucho más asentado que en el resto de sectores, hace que la constitución y conversión sea menor al de resto de comunidades. "Existe una cultura de equipo muy asentada en la industria y, además, en el campo de los servicios, hay muchas empresas de carácter familiar donde ese modelo de contratación está muy interiorizado en el día a día", afirma.

De los 264.531 contratos firmados o actualizados en 2022 en Euskadi, 51.193 han sido indefinidos, un 19,4% del total. De ese porcentaje, el 10,6% es de jornada completa, el 7% es parcial y el 1,8% es fijo discontinuo, según las estadísticas acumuladas de contratación del SEPE.