El centro de ciberseguridad industrial guipuzcoano Ziur da por finalizada su fase de despegue tras dos años de funcionamiento para afrontar su consolidación, y como símbolo de este fin de etapa ha celebrado el congreso Industrysec que ha reunido hoy en Donostia a 150 representantes del tejido económico e investigador del territorio.

En su intervención de apertura, el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, ha valorado el intenso proceso de transformación digital en el que están inmersas las empresas del territorio, pero ha advertido de que además de ventajas también existe el peligro de los ciberataques, que cada vez es mayor. "Si fuese un país, el crimen cibernético sería la tercera potencia mundial, solo detrás de Estados Unidos y China y casi a la altura de toda la zona euro", ha considerado.

Por este motivo, ha afirmado que el centro de ciberseguridad industrial Ziur impulsado por la entidad foral ha demostrado ser "todo un acierto". En sus dos años de vida, ya ha colaborado con 500 agentes guipuzcoanos a través de su actividad diaria y a sus programas específicos Deception y Ratin. Este octubre ha implantado otros dos, Breach-Attack y Spear Phising, con los que confía en abordar los principales problemas que a nivel de seguridad informática tienen las empresas.

Uno de los hitos que, según ha asegurado la entidad foral, "ha marcado un antes y un después" en este centro estratégico tuvo lugar en enero, cuando inauguró su laboratorio que ya ha sido empleado por 20 agentes. Sus instalaciones también han servido para que media docena de empresas industriales testeen sus productos y para que alumnado de Mondragon Unibertsitatea y UPV/EHU asistan a formación sobre ciberseguridad.

El diputado general ha enfatizado que Ziur no ha nacido para ser una ventanilla para empresas, sino que su funcionamiento está basado en la colaboración con otros agentes de tal forma que se convierta en "puente entre la industria y el sector de la ciberseguridad".

EMPRESAS

Esta vocación se ha reflejado en el congreso Industrysec, donde se ha desarrollado una mesa redonda en la que responsables de la seguridad cibernética de cuatro importantes firmas guipuzcoanas como son Onnera Group, Ibarmia, Danobat y Betapack han compartido su experiencia con Ziur.

Todos ellos han coincidido en que la irrupción de la pandemia de coronavirus que obligó a muchos negocios a implantar el teletrabajo fue un importante reto que obligó a diseñar sistemas que evitaran en lo posible los ataques informáticos. Relacionado con esta actividad, han admitido que todavía resulta necesario extender en las organizaciones una concienciación sobre este problema, puesto que cualquier trabajador puede ser objeto de un ataque que afectará al conjunto de la firma.

Tras aceptar que cualquier negocio sufrirá un ciberataque, si no lo ha hecho ya, han abogado por emplear la mayor cantidad de recursos posibles a prevenir este peligro. Ahora bien, han reconocido que una gran parte del tejido industrial considera que la ciberseguridad es un gasto más que una inversión, ante lo que han defendido que se plantee como "un habilitador del negocio", en palabras de Javier Mongelos, director TIC de Danobat.

En este sentido, los cuatro participantes en la mesa redonda han estado de acuerdo en prever que, si bien por el momento es una práctica poco extendida, con mucha probabilidad a medio plazo sus clientes les exigirán realizar auditorías de ciberseguridad como garantía de que los productos suministrados no les ocasionarán ningún problema.

Otro de los numerosos asuntos tratados ha versado sobre el problema de máquinas que funcionan con algunos elementos obsoletos, por lo que la ciberseguridad hay que implantarla "a parches", ante lo que han abogado por la segmentación.