69%

de la inversión que el sector empresarial guipuzcoano destina a la I+D procede de fondos propios, muy por debajo de la Unión Europea, donde el porcentaje asciende al 85%, y de Alemania, con un 90%.

81%

de actividades de investigación y desarrollo en Gipuzkoa se realizan en la disciplina de Ingeniería y Tecnología, que presenta una “concentración muy elevada” frente a la Unión Europea, con un 47%.

2,4

puntos porcentuales del PIB es el gasto que el territorio guipuzcoano destina a la I+D, dos décimas por encima de la media europea.

42

puntos porcentuales del total de I+D que se realiza en el sector empresarial corresponde a la industria, un porcentaje muy inferior al registrado en la UE, que representa el 85%.

Desigualdad. Así como el número de mujeres y de hombres que conforman la población ocupada de Gipuzkoa se está igualando y en la actualidad el 47% de este colectivo es femenino, en investigación y desarrollo la situación es bien distinta. El informe de Orkestra cifra en un 35% la presencia femenina entre el personal dedicado a la I+D, porcentaje que se reduce en el ámbito empresarial y sube algo en Educación Superior y Administración Pública. La razón se encuentra en que las actividades investigadoras se desarrollan en buena medida en la disciplina de Ingeniería y tecnología aplicada a la empresa, donde aún queda trabajo para que el número de mujeres empleadas se equipare al de hombres. Por este motivo, el Instituto Vasco de la Competitividad considera necesario que se cambie esta estructura y que se potencie la I+D en otras disciplinas científicas donde sí existe un porcentaje mayor de mujeres.

- Las empresas de Gipuzkoa destinan a financiar sus actividades de I+D un 15% menos de fondos propios que la media de la Unión Europea mientras que, en consecuencia, la cantidad procedente de fondos públicos que emplean a este fin es 17 puntos porcentuales superior a la media europea de los 27, según se refleja en un informe elaborado por el Instituto Vasco de la Competitividad Orkestra.

El documento analiza el sistema de la I+D en el territorio en el que destaca que el gasto en este ámbito se concentra en el sector empresarial, al que le presta una especial atención. Una característica de este colectivo es su menor dedicación de inversión con fondos propios en investigación y desarrollo que el conjunto europeo.

Según los datos que recoge Orkestra en su informe, el tejido empresarial destina un 69% de sus recursos a este fin frente el 85% que se registra en la Unión Europea. En el caso de Alemania, país referente para Gipuzkoa y el conjunto de la CAV, esta proporción asciende a 90 puntos porcentuales.

La razón que puede explicar este notorio desajuste responde a criterios de clasificación. El Instituto Vasco de Estadística señala que dentro del sector empresarial se integran los Centros de Investigación Cooperativa CIC, los centros tecnológicos y las unidades de I+D empresarial. Por lo general, los dos primeros captan una buena parte de su financiación de fondos comunitarios, lo que influye en el resultado final.

De ahí se desprende que la proporción de recursos públicos que el sector empresarial guipuzcoano utiliza para desarrollar sus actividades de I+D se sitúa en el 21%, cuando en la Unión Europea es del 5% y en Alemania de 3 puntos porcentuales.

Esta elevada dependencia que tiene el sector empresarial, con especial atención a los CIC y centros tecnológicos, de las políticas institucionales de apoyo financiero a actividades de investigación y desarrollo debería ser, según aconseja Orkestra, objeto de periódicas evaluaciones ante “los posibles efectos negativos que puede tener en la cultura de I+D empresarial”.

Del mismo modo, recomienda realizar el mismo ejercicio en el ámbito fiscal para estudiar la conveniencia de los diferentes incentivos aplicados a las empresas. En este sentido, el informe sitúa a Gipuzkoa en la tercera posición de los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos OCDE con mayor porcentaje de incentivos fiscales sobre el PIB, tan solo detrás de Francia y Reino Unido.

Otro de los aspectos a mejorar en el sistema de investigación y desarrollo en Gipuzkoa son las patentes. Como concluye el informe, en este territorio “existe cierta incapacidad de transformación de las actividades de I+D en avances tecnológicos acreditados internacionalmente por patentes”.

Orkestra realiza una retrospectiva para afirmar que la aprobación de patentes en territorio guipuzcoano tuvo una línea descendente hasta 2008, cuando la anterior crisis detuvo el proceso. En los años posteriores la economía se fue recuperando y, en paralelo, las investigaciones científicas pero esta evolución al alza no tuvo su correspondencia en la concesión de patentes.

Y lo que es más preocupante, en el ámbito de las empresas la cantidad de estas patentes, que reflejan al fin y al cabo la capacidad de ofrecer al mercado productos y servicios innovadores diseñados con tecnología propia, se encuentra en Gipuzkoa por debajo de la media de la CAV. Las diferencias son aun más abultadas en relación con otras zonas y, así, la ratio es tres veces inferior a la española, cuatro veces más baja que la de la Unión Europea de los 27 y más de seis que la alemana.

Por este motivo, el Instituto Vasco de la Competitividad aboga por potenciar la investigación universitaria al tiempo que se refuerza la relación entre la universidad y la empresa, de tal manera que la transferencia de conocimiento fluya y pueda contribuir a incrementar el número de patentes.

El informe también establece la distribución territorial de la I+D en Gipuzkoa, donde Donostialdea ocupa un lugar preeminente. Esta comarca concentra el 45% del total del gasto que se realiza en actividades de investigación y desarrollo, muy en consonancia con su aportación al Producto Interior Bruto PIB del territorio guipuzcoano, un 48%.

Este esfuerzo inversor en innovación es intenso, dado que Donostialdea es sede del 27% de los establecimiento con actividades de I+D. Otras comarcas guipuzcoanas que destacan por la implantación de este tipo de actividad son Debagoiena y Debabarrena, con un fuerte carácter industrial que ha entendido que el salto a la manufactura 4.0 es imprescindible para competir en los mercados globalizados, y Beterri-Buruntza, por su cercanía a Donostialdea.

Por su parte, las comarcas que menos gasto realizan en investigación y desarrollo son Bidasoa, Urola Kosta y Tolosaldea.

Donostialdea, Debabarrena, Beterri-Buruntza y Debagoiena son las comarcas que más gasto realizan en investigación y desarrollo