- La campaña de bonito del Norte ha sido la más corta de la historia. De hecho, los arrantzales han tenido que interrumpir la costera debido a que la cuota está a punto de agotarse para 2021. Por su parte, la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, ha pedido al Gobierno español que reparta la cuota de esta especie correspondiente “al barco, a la cofradía o a la comunidad autónoma”. De esta forma, las embarcaciones podrían trabajar a partir de ahora “con profesionalidad, planificación y buena organización, sin el estrés de este año”. Tapia estuvo ayer en el puerto de Hondarribia acompañada por el viceconsejero Bittor Oroz, el director Leandro Azkue, y el presidente de las cofradías de pesca de Gipuzkoa, Eugenio Elduaien, asistiendo al punto final de la campaña en el puerto de Hondarribia, con la entrada de las últimas capturas.

Según datos del Gobierno Vasco, en la presente campaña se han pescado 9.536 toneladas de bonito. Teniendo en cuenta las entradas a puerto que se producirán en los próximos días, esta cifra se acercará a las 10.000 toneladas, aproximadamente el 57% de la cantidad de bonito descargado en los puertos del Estado. Aunque el porcentaje sigue siendo importante, se reduce de año en año. De hecho, muchos barcos de otras comunidades del Cantábrico se han embarcado la pesca del bonito en los últimos años. “Por un lado, porque la especie se pesca cerca de la costa y, por otro, porque la pesca de otras especies, como la merluza, se ha reducido. Como consecuencia de ello, estos barcos han decidido abandonar la pesca de otras especies y se han dedicado a la pesca de bonito“, explicó ayer Arantxa Tapia.

La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco destacó la calidad del pescado capturado por los arrantzales. “El bonito ha sido capturado con los sistemas tradicionales de pesca y la trazabilidad del producto está totalmente garantizada. Desde el momento de la pesca, las piezas están precintadas con el sello Eusko Label, que indica, entre otras cosas, qué barco ha capturado cada ejemplar”. Este sellado exige la implicación del sector para que “los consumidores que acuden a las pescaderías sepan con certeza que el bonito que están comprando es el capturado por nuestros arrantzales, es decir, el bonito de Euskadi y de calidad”, recalcó la consejera.

Los pescadores vascos no podrán capturar bonito hasta el año que viene. En el mar, sin embargo, los barcos pelágicos de Irlanda y Francia siguen pescando bonito. “Nuestros pescadores capturan el bonito uno a uno y esta forma de pesca no tiene nada que ver con el sistema agresivo que utilizan los barcos pelágicos de Irlanda y Francia”, denunciaron desde el Gobierno Vasco. Además, algunos pelágicos irlandeses descargan sus capturas en el puerto de Ondarroa. “El Gobierno Vasco ha mostrado reiteradamente su desacuerdo con este sistema de pesca y lo ha denunciado en reiteradas ocasiones ante el Ministerio español y la Comisión Europea. En el año 2018 la Administración de Euskadi aprobó un decreto para prohibir estas descargas en los puertos vascos, pero la Administración del Estado lo dejó en suspenso por el tema de la libre competencia“.

En este sentido, la consejera Tapia ha señalado que “dadas las limitaciones que existen para evitar esta pesca pelágica, todavía hay que valorar más la actividad y el resultado de los pescadores vascos”. La consejera ha abogado por el compromiso con la flota vasca. “Como administración, como sociedad y como consumidores debemos actuar en consecuencia y consumir responsablemente. Es un compromiso con la sostenibilidad medioambiental y una muestra de respeto y empatía hacia el sector “, ha dicho Tapia.