- La subida, o no, del salario mínimo interprofesional (SMI) en el Estado español ha puesto sobre la mesa el enésimo enfrentamiento dentro del área económica del Gobierno español entre los ministros de Podemos y los del PSOE, más inclinados estos últimos a mantener la ortodoxia económica, ortodoxia que desaconseja totalmente en una coyuntura de todavía escasa actividad y elevado desempleo, incrementar los costes salariales.

En este sentido, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, -muy prudente tras las críticas recibidas por señalar lo que de verdad piensa sobre las pensiones-, reconoció que "no tiene claro" si habría que subir el salario mínimo interprofesional (SMI) este mismo año, como defiende la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y su grupo de expertos.

"Depende de la coyuntura laboral", respondió el ministro a esta pregunta. En realidad, parece claro que no considera apropiado subir el SMI ahora pero tampoco quiere abrir una nueva brecha en el Ejecutivo de Pedro Sánchez

Escrivá, según Europa Press, afirma que el problema de la pobreza laboral en España es "estructural, no coyuntural" y aunque el SMI "ayuda mucho" a corregirlo por ser un mecanismo de distribución de renta, "no se puede construir una discusión coyuntural sobre algo que es estructural". El ministro recordó que "lo estructural" es el objetivo y el compromiso del Gobierno español de coalición es que el SMI se sitúe al final de la legislatura en el 60% del salario medio español. "Eso es lo importante" .

En un Estado como el español, con más de 3,6 millones de personas desempleadas y con cerca de 450.000 personas en Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), sobre todo en sectores como la hostelería y el comercio que no acaban de repuntar por los efectos de la pandemia de coronavirus, un incremento del salario mínimo interprofesional fijado hoy en 1.108 euros mensuales, no ayudaría a recuperar la contratación en los sectores donde más abunda y que son los que siguen afectados por el covid.

No hay que olvidar que, según datos del Banco de España, la subida del SMI un 22% en 2019 contribuyó a destruir unos 180.000 empleos.

Pues bien, ajena a a esta realidad económica, la representación de Podemos en el Ejecutivo español insiste en que se vuelva a subir el SMI este año.

En concreto, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, pidió ayer públicamente al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y al resto de miembros del Ejecutivo que afronten la subida del salario mínimo con "la misma valentía" que con los indultos a los presos independentistas catalanes.

"Mi posición es conocida. Un Gobierno progresista debe mirar por los más débiles", afirmó la ministra, tras añadir que no es tan importante cuánto se suba el SMI este año, como que el hecho de que se suba, pues sus perceptores están perdiendo poder adquisitivo con una inflación de un IPC del 2,7% y con unos precios de la gasolina y de la luz "que no paran de subir", resaltó la ministra gallega Yolanda Díaz.