La reapertura y puesta en marcha del proyecto industrial de Corrugados Azpeitia es ya una quimera. Una "oportunidad perdida", en opinión del diputado de Promoción Económica de Gipuzkoa. Jabier Larrañaga (PNV) es crítico con la falta de voluntad del Ayuntamiento de Azpeitia, a quien reprocha no haber trabajado por intentar hacer posible un proyecto que iba a generar 270 puestos de trabajo directos y muchos más indirectos, hasta un total de 700.

  • Lea más: Larrañaga reitera que "hemos perdido una oportunidad" por una "decisión política"

Pero son "puestos de trabajo ficticios", según la alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta (EH Bildu). De un proyecto inexistente. "Una ficción que choca con la realidad", ha dicho este martes y añade que el Ayuntamiento defiende los intereses y la voluntad de los azpeitiarras. EH Bildu también ha adelantado que no se cree el proyecto, que es una maniobra para atacar a su formación, en palabras de Juan Karlos Izagirre, portavoz de la coalición soberanista en la comisión de Promoción Económica

La realidad, a 22 de junio de 2021, es que la reapertura y de la planta es una quimera. Cuatro meses después de que el grupo empresarial Cristian Lay mostrase al Ayuntamiento su intención de reabrir la planta, el 18 de febrero de 2021, en una "reunión informal", ha dicho Alkorta, todo apunta a que estamos ante un fracaso. Un "fracaso" colectivo que ha verbalizado el representante del PP, Juan Carlos Cano, y que, de un modo u otro, han admitido todos los grupos políticos, puesto que supone decir adiós a un proyecto industrial y generación de empleo y riqueza. Incluso EH Bildu ha dicho que lo que ha fallado es que "no hemos sabido ponernos de acuerdo para hacerlo cumpliendo la legalidad". Tú en Amue y yo en Trukutxo, así que nada.

El Ayuntamiento no se cree la propuesta. Dice que es un proyecto ficticio y que lo que se ha tratado de hacer desde la empresa, el Gobierno Vasco, la Diputación de Gipuzkoa, el PNV y los medios de comunicación es "crear falsas expectativas", precisamente a la "gente que peor lo está pasando", aquellos que no tienen empleo. Según Alkorta no hay ningún proyecto detrás y la operación es una puesta en escena. Un doble tirabuzón imposible.

Pero al mismo tiempo ofrece al grupo empresarial Cristian Lay la opción de emprender el mismo proyecto con una nueva y "moderna" planta en Trukutxo, otra zona del pueblo, aunque "sabemos que en estos tiempos no es fácil sacar adelante un proyecto así", ha aclarado. "Sumando fuerzas, se puede", die: triple tirabuzón con mortal hacia delante y sin entrenamiento. Empezando desde cero. El problema es que la empresa no lo ve viable.

La alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta, en primer lugar, y luego el diputado foral de Promoción Económica, Jabier Larrañaga, han comparecido el martes en las Juntas Generales para explicar la situación en la que se encuentra la posible reapertura de Corrugados Azpeitia, una empresa emblemática que anunció su cierre en 2013, hace ya ocho años, dejando a cientos de personas sin trabajo.

Ambos representan dos modelos claramente diferenciados. Y hay público para todos los gustos, parroquia incondicional incluida. Eso sí, los esfuerzos de la alcaldesa se han centrado en reforzar la idea de que la prioridad del Ayuntamiento es crear puestos de trabajo. Lo único, insiste, es que no es "legal" reabrir Corrugados Azpeitia en sus antiguas instalaciones. Y que cuenta con un informe "vinculante" del secretario municipal que así lo atestigua.

El 34% del PIB es industria

"Por supuesto que tenemos un gran interés en la posibilidad de crear puestos de trabajo. Azpeitia es un pueblo vinculado a la industria (el peso de este sector es del 34%). Y la prioridad principal es la promoción de la industria. Reafirmamos la apuesta por la industria y hemos mostrado nuestro compromiso de trabajar por ello". Pero una apuesta "medioambiental" y basada en el "desarrollo sostenible", ha señalado Nagore Alkorta.

Más tarde ha dicho el diputado de Promoción Económica que, casualidad o no, la fecha de ese informe del secretario rechazando el proyecto de reapertura en Amue, "no del técnico de urbanismo", es de la misma fecha (17 de marzo) en la que el promotor presentó su informe, "unas hojitas", según la alcaldesa, justificando que la reapertura de la actividad tenía encaje legal dentro de las actuales normas urbanísticas.

Nagore Alkorta se ha mantenido firme. También denuncia una persecución y acusaciones gravísimas hacia su persona y añade que no se ha tenido "respeto institucional" hacia el Ayuntamiento de Azpeitia y que "los azpeitiarras se sienten atacados". Donde habría que hacer la planta es en Trukutxo, insiste, y para ello ha pedido a la Diputación y al Gobierno Vasco apoyo, implicación e incluir la operación, la recuperación de suelos de la antigua fábrica en los proyectos de los fondos europeos. Ni más ni menos.

  • Lea más: la alcaldesa de Azpeitia asegura que la reapertura de Corrugados es "un proyecto ficticio"

Larrañaga ha asegurado que a la Diputación le da igual dónde se reanude la actividad. "Nosotros (la Diputación de Gipuzkoa), lo que queremos es que (el proyecto) salga, porque es importante para Azpeitia y para Gipuzkoa. Nos da igual dónde, pero ya estamos hablando de inversiones grandes y es la empresa la que decide", ha dicho. La que dice que no le salen las cuentas en Trukutxo.

Las inversiones previstas para la reactivación de las antiguas instalaciones son de 50 millones de euros, según la empresa. Y de 200 en Trukutxo. Alkorta ha asegurado que nadie les ha explicado de dónde sale esa cifra y ha dado a entender que no se la cree.

Sin arreglo

Larrañaga ha insistido en que la decisión del Ayuntamiento es "política y no técnica", y que la empresa había ofrecido incluso la posibilidad de reabrir en el antiguo emplazamiento de Amue, incrustado en el mismo casco urbano, con el compromiso de trasladarse a Trukutxo a los diez años. Y que "el Ayuntamiento ni siquiera ha respondido, es decir, dijo que no".

Para el 31 de marzo, en la última reunión entre todos los agentes, Ayuntamiento, Diputación, Gobierno Vasco y empresa, las posiciones ya estaban enquistadas. Larrañaga dice que se insistió en la creación de una grupo de trabajo técnico para estudiar las diferentes interpretaciones existentes sobre las limitaciones urbanísticas y que el Ayuntamiento siempre se negó. "A mí se me hace muy difícil entender que se le diga que no a una propuesta así, si el problema es técnico y hay verdadera voluntad de llevarla a cabo", ha llegado a decir.

Alkorta ha reiterado que "la única opción legal es Trukutxo", y que "se ha visto que en 2021 en el núcleo urbano no se puede poner una actividad así. Esa ficción que se han creado en los medios y la realidad no van de la mano", ha insistido.

Según el diputado de Promoción Económica, esta "oportunidad perdida daña a Azpeitia, por supuesto, pero también a Gipuzkoa. Porque no hablamos solo de 270 empleos directos, sino de empresas proveedoras y centenares de empleos que se crean. Y no es algo nuevo, porque esto ya lo hemos conocido en Azpeitia" y "sabemos la fuerza que tiene".

"Yo lo que tengo claro es que hemos perdido una oportunidad. Y que eso, de cara al futuro, desgraciadamente, va a tener consecuencias", ha explicado. En su opinión, "si hay algo que nos ha caracterizado es la seriedad y ser un territorio donde se pueden sacar adelante proyectos interesantes", expone, "lo que no soy capaz es de valorar el daño reputacional que nos va a causar".

"Lo más triste", ha dicho Larrañaga, es "el último giro del Ayuntamiento", diciendo que no había proyecto y acusando a la empresa de mentir. El diputado, natural de Azpeitia, reiteró la importancia de "dejar una economía fuerte para los siguientes generaciones" y poder así "financiar un bienestar como el que tenemos hoy". Mientras tanto, Alkorta asegura tener la mano tendida para trabajar por hacer este proyecto posible en Trukutxo.

  • Lea más: Una actividad "molesta" en medio del pueblo