DONOSTIA- Una siderurgia es una “industria pesada” que genera inconvenientes en el entorno urbano y la convivencia, pero solucionables “con inversiones”, en opinión de Jabier Larrañaga, el diputado de Promoción Económica. En su opinión, la negativa del Ayuntamiento se debe a “querer evitar gestionar esos aspectos en contra del impacto en la comunidad”.

La cámara guipuzcoana se dividió en dos bloques este martes durante la comparecencia, por separado, de la alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta (EH Bildu), y el diputado de Promoción Económica, Jabier Larrañaga (PNV). Por un lado, PNV, PSE y PP se muestran partidarios en profundizar y apurar las opciones para favorecer la reapertura de la planta. Y por otro son reticentes EH Bildu y Elkarrekin Podemos, ateniéndose a la letra de la regulación urbanística y su interpretación más estricta, amparada en criterios de “desarrollo sostenible” y medio ambiente.

El propio Juan Carlos Izagirre, portavoz de EH Bildu, en su turno de preguntas durante la intervención de Larrañaga, lo dijo claramente: “Hablamos de una gran empresa, y una empresa molesta”. Antes, durante la comparecencia de la alcaldesa, había aplaudido la apuesta por el empleo del Ayuntamiento de Azpeitia y la forma de hacerlo, “cumpliendo la legalidad”. Incluso llegó a decir que empresas de ese tipo hay que sacarlas de los núcleos urbanos.

Le interpeló la portavoz del PNV, María Eugenia Arrizabalaga, y le dijo si iba a plantear lo mismo con la empresa CAF, sacándola del núcleo urbano que forman Beasain, Ordizia y Lazkao. Arrizabalaga acusó a Alkorta y a EH Bildu de querer “sustituir la verdad con el relato” e inventarse “excusas” para no asumir la responsabilidad de sus decisiones.

El debate subió de tono y el presidente de la comisión de Promoción Económica tuvo que llamar la atención a los portavoces por interpelarse mutuamente, cuando solo debían dirigirse a los comparecientes.

El portavoz del PSE-EE, Alberto Albistegui, calificó de “lamentable” que se “haya perdido una oportunidad así. Los socialistas siempre nos hemos manifestado a favor de las garantías para lograr los requisitos medioambientales, pero no estamos sobrados de oportunidades para crear empleo. Si el Gobierno municipal deja pasar este tren y no abrir la planta, solicito un compromiso -le dijo al diputado Larrañaga- para que ese proyecto se pueda desarrollar en otro municipio de Gipuzkoa”, dijo.

“Aquí no se ha dejado pasar ningún tren, aquí se ha hecho cumplir la legalidad”, le espetó Izagirre (EH Bildu). Por su parte, el popular Juan Carlos Cano, calificó de “gran fracaso para todos los guipuzcoanos” la pérdida de esta oportunidad, que “repercute en la reputación del territorio como receptor de inversiones”.