El consorcio formado por Bombardier y Alstom se ha llevado el contrato para suministrar 42 trenes para el Tren Maya, un megaproyecto que México quiere poner en marcha en los próximos años en la península del Yucatán. La guipuzcoana CAF era la otra aspirante a la adjudicación, una pugna de la que ya habían caído las constructoras chinas y la alemana Stadler.

El contrato que adjudica Fondo Nacional de Fomento al Turismo de México (Fonatur), de un valor cercano a los 1.500 millones de euros, vuela al consorcio franco-canadiense tal y como distintas fuentes anónimas mexicanas habían apuntado en las últimas horas. Su vaticinio, aseguraban, se asentaba en que, según se recogió en el acta de apertura del concurso público a primeros de mes, la oferta de Bombardier Transportation México, Alstom Transport México, Gami Ingeniería e Instalaciones, Construcción Urales, y Construcciones Urales Procesos Industriales era algo más barata que la de CAF México-Rubau (37 millones).

El Tren Maya, cuyas primeras pruebas están previstas en 2023, recorrerá del orden de 1.500 kilómetros que se están construyendo entre diversos agentes como el Ejército mexicano y empresas como Acciona y FCC en siete fases a través de los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Renfe, de la mano de la alemana DB Engineering & Consulting, también participa en el Tren Maya en labores de apoyo para poner en marcha la línea.

El contrato que se han llevado Bombardier y Alstom en una carrera de la que se retiraron los gigantes chinos CRRC (que llegó a dirigirse al presidente mexicano, Andres Manuel López Obrador) y CRCC, y contempla la construcción, prueba y puesta en marcha de las unidades, que deben ser aptos tanto para servicios regionales como de larga distancia; con capacidad para al menos 450 pasajeros, una velocidad de 160 kilómetros/hora y evitar afecciones ante problemas de la zona, como las precipitaciones intensas.

Como es habitual en este tipo de licitaciones, entre las bases estaba la condición de que el ganador contara con una planta en suelo mexicano. CAF cuenta en México con su principal planta en el continente americano, donde está presente desde 1992 en la ciudad de Huehuetoca (al norte de DF, donde hoy trabaja en unidades para el metro de Manila, en Filipinas), y ha conseguido múltiples contratos desde entonces. Uno de los principales de la última década, un pedido por valor de casi 700 millones para el tren interurbano entre la capital y Toluca en 2014.