- Euskadi tendrá un nuevo plan Renove del automóvil con la doble finalidad de relanzar las ventas de coches y avanzar en la reducción de la contaminación ayudando a sustituir vehículos viejos, con mayores emisiones, por autos nuevos. En este sentido, las ayudas no distinguirán entre combustibles, lo que significa que se podrán acoger a ellas tanto los que empleen gasolina o diésel como los que opten a las nuevas energías como la electricidad o el gas.

El Renove vasco se guiará, por tanto, por el principio de neutralidad tecnológica, según señaló la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, tras el Consejo de Gobierno de ayer celebrado en Gasteiz.

El Ejecutivo vasco está lógicamente preocupado por el hundimiento de las ventas de un sector, el de automoción, que configura la primera industria de Euskadi y la principal fuente de generación de riqueza en el territorio vasco.

No hay que olvidar que Euskadi ha registrado en el primer cuatrimestre de este año solo 7.550 matriculaciones de turismos y todoterrenos, cifra que aunque supone un aumento del 18,2% con respecto al mismo periodo de 2020, es muy negativa porque se compara con el cierre por covid de los concesionarios en el inicio de la pandemia el año pasado, según fuentes del sector.

En una comparación más real, con el primer cuatrimestre de 2019, antes de la pandemia, las ventas de coches en la CAV están un 44% por debajo. Este comportamiento se repite en territorio guipuzcoano, donde según las mismas fuentes el crecimiento acumulado de los primeros cuatro meses del presente ejercicio se situó en un 17% con respecto al mismo periodo del año anterior, pero si se atiende al primer cuatrimestre de 2019, las ventas han caído un 40%.

Los concesionarios vascos saludan la medida pero insisten en que se ponga en marcha cuanto antes para evitar que el consumidor se quede a la espera y se vuelvan a parar las operaciones.

Además, algunas fuentes insisten en que, más que planes Renove, lo que se necesita en el sector es que se deje de demonizar al automóvil y de poner obstáculos a su uso en las áreas metropolitanas, y que se favorezca la transición hacia el vehículo eléctrico, instalando puntos de recarga, reduciendo su carga fiscal y dando ventajas en su uso urbano, al estilo de Noruega, líder en electrificación del mercado del coche en Europa.

En todo caso, Arantxa Tapia, aseguró que Euskadi contará este 2021 con un nuevo Plan Renove para ayudar a la renovación del parque automovilístico, reducir las emisiones y dinamizar el mercado tras el citado desplome de las ventas de vehículos en el primer cuatrimestre del año.

“La reflexión está hecha y la decisión adoptada” afirmó Tapia, aunque no precisó ni la fecha de puesta en marcha del plan, ni su dotación económica.

El Renove estará operativo “cuanto antes”, y tendrá unas características similares a las del plan que se aplicó el año pasado, entre las que destacan su neutralidad tecnológica, dado que se ayudará a la compra de coches de gasolina, gasóleo, gas, hidrógeno y eléctricos, al contrario de lo que plantea el plan Moves del Estado español.

A este respecto, el plan Renove vasco será compatible con el plan Moves III destinado a ayudar a impulsar las ventas del coche eléctrico. La anterior edición del Plan Renove 2020 vasco ayudó a renovar unos 4.800 vehículos en la CAV.

Esta convocatoria de 2020 contemplaba de salida una ayuda económica de hasta 1.000 euros para un coche de combustión de bajas emisiones y de hasta 3.000 euros para uno eléctrico. La tramitación de la solicitud de las ayudas debía solicitarla directamente el ciudadano a través de Internet.

Sin embargo, más adelante y para intentar dinamizar las ventas en un mercado que se hundía por las restricciones de movilidad adoptadas para combatir la pandemia y por la crisis económica generada, se duplicaron los montantes de las ayudas hasta los 2.000 euros para gasolina.

“No queremos solo reactivar el mercado de coches sino también reducir las emisiones del parque móvil de Euskadi basado en el principio de la neutralidad tecnológica”, señaló Arantxa Tapia, en referencia al que considera que puede ser el último plan Renove vasco de automoción.

La prioridad de las actuaciones del Gobierno Vasco está en trabajar para “reducir las emisiones de CO2 del parque móvil que tenemos en este momento”, según reiteró Arantxa Tapia.

Al igual que en ediciones anteriores las ayudas vascas a la compra de automóviles nuevos se basarán en “la neutralidad tecnológica”. Este concepto es destacable porque en Madrid no es compartido por una parte del Gobierno español y significa que la concesión de las ayudas económicas a los compradores de un coche se basarán en los niveles de emisiones y en los tipos de motores. Eso implica que tanto los coches con motorización de gasolina, como los de tecnología diésel podrán optar a las ayudas, además de los eléctricos.

En relación al impulso de las ventas de los coches eléctricos, más caros que los convencionales, la consejera Tapia recordó que aún está vigente y con presupuesto disponible el Plan Moves II del Gobierno español para la concesión de ayudas a la compra de vehículos sin emisiones, eléctricos o híbridos, y se espera el plan Moves III.

Industria 4.0. El centro tecnológico Tekniker y el Grupo Erlo, con sede en Azkoitia, trabajan conjuntamente en el desarrollo de soluciones para gestionar la calidad de las roscas y mejorar la eficiencia de los procesos industriales. Tekniker explicó que la colaboración surge después de que el Grupo Erlo haya advertido que obtener información sobre la calidad de la rosca “es de vital importancia” para clientes de distintos sectores, como la automoción o la aeronáutica. Por ello, ambos colaboran en el desarrollo de “una máquina conectada” que integra tecnologías como el Edge Computing para recabar información de la rosca. En concreto, se trata de un comprobador de roscas que ofrece datos accesibles en la nube y que se puede monitorizar en tiempo real, de manera que la máquina podrá aportar información crítica a los clientes para mejorar la eficiencia de sus procesos.