Los detenidos son seis hombres y dos mujeres de nacionalidades española y marroquí, a quienes se acusa de 41 delitos de estafa, usurpación de identidad y pertenencia a organización criminal. Todos han sido puestos ya a disposición judicial, y uno de ellos, que lideraba el grupo, ha ingresado en prisión.

Según ha informado este lunes la Policía Nacional, la organización se había especializado en un tipo de ciberataque conocido como "SIM Swapping", que consiste en hacer un duplicado de la tarjeta SIM de sus víctimas para hacerse con el control de la línea telefónica y acceder a sus bancos y operar con total libertad.

Para poder llevar a cabo las clonaciones de las tarjetas telefónicas necesitaban la identidad de sus víctimas, datos que conseguían en el 80 % de las ocasiones a través de ingeniería social o mediante "phishing".

Cuando ya tenían bajo su control la línea telefónica y el acceso a las cuentas bancarias era cuando comenzaban a delinquir.

Así, podían esquivar los sistemas de seguridad bancaria que se basan en la confirmación de operaciones mediante la vía telefónica y llevar a cabo trasferencias, compras online y retiradas en efectivo sin tarjeta bancaria en los cajeros.

El cabecilla de la organización intentaba ocultar su rastro a la policía utilizando incluso "muleros" para extraer dinero en efectivo.

Según las fuentes, la investigación policial cada vez se dificultaba más, pues la organización estaba técnicamente preparada para ocultar su rastro.

Realizaban las llamadas telefónicas para suplantar la identidad de sus víctimas desde Marruecos o Reino Unido, realizaban las compras online desde conexiones a internet en el extranjero y cambiaban constantemente el lugar de recepción de sus pedidos fraudulentos.

En el caso de las transferencias económicas, utilizaban como cuentas destino una multitud de bancos nacionales e internacionales, y para la retirada en efectivo del dinero utilizaban "muleros", peones de la organización cuya única función era la de retirar el efectivo y hacérselo llegar a los escalones superiores de la organización.

Los investigadores han encontrado víctimas en Las Palmas, Ciudad Real, Granada, Cádiz, Marbella, Málaga, Palma de Mallorca, Albacete, Madrid, Tenerife, Valladolid, Cuenca, Alicante, Córdoba y en Murcia, víctima que sufrió una estafa de alrededor de 93.000 euros.