- Las prioridades impuestas por la Unión Europea para la asignación de sus fondos para la reconstrucción económica tras el duro golpe asestado por la pandemia de coronavirus contemplan iniciativas dirigidas a la lucha contra el cambio climático y acentúan la apuesta europea por la sostenibilidad. En este contexto, el centro tecnológico vasco Cidetec ha dado un paso adelante al diseñar un material sustituto a los que se utilizan actualmente capaz de ser reciclado, reparado y reutilizado en sectores clave de la economía vasca como la automoción y la construcción.

El centro con sede en Donostia ha liderado un proyecto europeo junto con otros once socios procedentes de diversos países de la Unión Europea cuyo objetivo, logrado con éxito, consistía en obtener un composite o material compuesto polimérico más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Para hacerse una idea del alcance de esta investigación, basta recordar que este tipo de material se puede encontrar en muchos objetos de la vida cotidiana como en la butaca de un cine, en el suelo de un autobús, en las bicicletas o en una tabla de surf.

Sin embargo, Cidetec se ha centrado en dos sectores con peso específico en la economía europea, pero también en la vasca, como son la automoción y la construcción. La coordinadora del proyecto Ecoxy, la investigadora de Cidetec Aratz Genua, y la desarrolladora de negocio del Instituto de Ingeniería de Superficies de este centro tecnológico, Elena Jubete, explican que este nuevo material sustituye la resina fósil (procedente del petróleo) por otra bio (elaborada con plantas). Además, para reforzar se utilizan fibras de origen biológico en lugar de la actuales que emplean el carbono o el vidrio.

Estos componentes adquieren consistencia tras la aplicación de un endurecedor que, en el caso del diseñado por Cidetec, otorga al producto final las propiedades de reciclabilidad, reparabilidad y reprocesamiento gracias a la tecnología 3R patentada por el centro tecnológico vasco. Estas capacidades son totalmente novedosas con respecto a los composites de este tipo que se utilizan hasta ahora, según señalan Genua y Jubete, quienes inciden en el carácter sostenible del producto final obtenido y demostrado.

Respecto a la reciclabilidad, las investigadoras explican que en los materiales convencionales el endurecedor que compacta la materia impide que una vez finalizada su vida pueda tener una segunda utilidad. De ahí que, como ejemplifican, no sea difícil encontrar terrenos donde se amontonan palas de aerogeneradores eléctricos que ya no pueden volver a emplearse.

Sin embargo, la propuesta de Cidetec pasa por aplicar otro tipo de endurecedor “dinámico o reversible” según lo denominan, que proporciona la misma unión molecular de la resina que el tratamiento tradicional, pero aporta un importante valor añadido como es que con la aplicación de calor se puede reutilizar el material para otra pieza, aunque esta tenga una forma completamente distinta.

Otra de sus propiedades es la capacidad de ser reparada. Cidetec ha presentado como aplicación práctica de la investigación el respaldo de un asiento de automóvil. En el caso de los actuales, si sufre un desperfecto, “delaminación” en términos científicos, tiene que ser sustituido por otro y el sobrante tendrá que tirarse al no poder volverse a utilizar. El prototipo presentado, en cambio, tan solo necesita la aplicación de calor para recuperar su estado inicial, con el consiguiente ahorro de costes y cuidado al medio ambiente.

Por último, Aratz Genua y Elena Jubete citan su procesabilidad y aclaran que durante el proceso de fabricación de este tipo de material, si se desprenden o crean restos de composite, se pueden reincorporar al proceso para aprovechar así al máximo la materia prima.

Este nuevo material compuesto polimérico ha despertado ya el interés de fabricantes de los sectores de la aviación, de la automoción y ferroviarios. A modo de ejemplo, en un avión como el A350 de Airbus o el Boeing 787 alrededor del 50% del peso estructural corresponde a composite reforzado con resina fósil y fibra de carbono. Sustituirlo por uno de resina bio y fibras procedentes de plantas permitiría abaratar costes y ser compañías más sostenibles, en la línea de lo que comienza a exigir la Unión Europea con plazos concretos.

De ahí que en la conferencia final que el consorcio liderado por Cidetec ofreció para presentar los resultados acudieran como empresas interesadas Airbus y Talgo, esta última por las ventajas que el material ofrece al sector del ferrocarril al permitirle aligerar sus trenes al sustituir el metal por este composite más liviano y ofrecerle mayores garantías de resistencia al fuego, aspecto crucial en este sector.

Genua y Jubete señalan que la investigación no finaliza en este desarrollo, sino que Cidetec apuesta ahora por buscar fórmulas que permitan abaratar su fabricación con el objetivo de que llegue al mercado cuanto antes.

“Hemos alcanzado una base sólida a partir de la que proseguir con la investigación”

Investigadora de Cidetec

“Entre los fabricantes se detecta mucho interés en que esta tecnología llegue al mercado”

Investigadora de Cidetec