- La subida del impuesto de matriculación a partir del pasado 1 de enero que hacía presagiar un incremento de ventas de automóviles a finales de 2020 y los diferentes planes de los gobiernos vascos y español para incentivar la compra y renovación del parque móvil no han logrado evitar una fuerte caída en las matriculaciones de vehículos, que en el caso de Gipuzkoa han cerrado el año con un descenso del 26,6% con respecto a 2019.

El impacto de las consecuencias originadas por la pandemia de coronavirus ha tenido mayor fuerza y ha conllevado retrocesos en las ventas de todas las firmas que comercializan sus automóviles en Gipuzkoa sin excepción. El sector ya comenzó el año con una tendencia de matriculaciones a la baja, que se vio agravada por la obligatoriedad del cierre de concesionarios durante cerca de dos meses.

Estos establecimientos padecieron de manera notable el parón prolongado de su actividad, cuando en un ejercicio normal facturan alrededor de 1.760 millones de euros en la CAV y emplean a 6.500 trabajadores que, en el mejor de los casos, se acogieron a medidas de regulación de empleo.

El cierre de los puntos de venta, sin embargo, no constituye la única razón que puede explicar este descenso. La pandemia de coronavirus ha traído consigo una crisis económica que retrae el consumo de los ciudadanos y el automóvil se enfrenta a un futuro incierto, donde se combinan elementos como la movilidad eléctrica o la peatonalización de las grandes ciudades.

Todas estas cuestiones han incidido en la caída de ventas, que ha sido más pronunciada a nivel estatal, donde de media han descendido un 32,2%. El 26,6% de Gipuzkoa, sin embargo, es superior a la media de la CAV, donde se ha registrado una caída del 24%, según los datos facilitados ayer por la patronal estatal de fabricantes Anfac y las asociaciones de distribuidores Faconauto y Ganvam.

Los concesionarios guipuzcoanos tramitaron un total de 9.486 adquisiciones a lo largo del pasado año, con bajadas tanto en el colectivo de particulares (-24,7%) como en las compras de empresas (-34,8%).

El año en Gipuzkoa no ha transcurrido con el mismo signo en el caso de los vehículos que funcionan con los combustibles tradicionales y en el de los automóviles que emplean energías alternativas, dado que estos últimos cierran un ejercicio positivo con un crecimiento medio del 68% frente a la fuerte caída de los primeros.

En 2020 se matricularon 5.230 automóviles propulsados por gasolina, lo que representó un retroceso del 39,6% con respecto al año anterior. Los diésel corrieron parecida suerte, aunque el descenso de matriculaciones se situó en un 29,8%.

En una tendencia que comienza a pronunciarse, los ascensos correspondieron a los vehículos híbridos, eléctricos y a gas, que de manera lenta pero constante se instalan en las localidades guipuzcoanas. El pasado año, los híbridos crecieron un 62%, los eléctricos un 243,8% y los que utilizan gas seis puntos porcentuales.

Las caídas de los vehículos que utilizan combustibles tradicionales contrastan con el alza de los que emplean energías alternativas