- La Unión Europea abrió ayer una investigación contra la multinacional de venta de productos por Internet Amazon por prácticas monopolísticas que vulneran la legislación comunitaria. Concretamente, Bruselas acusa a la compañía estadounidense de usar de manera abusiva los datos que obtiene de otras empresas minoristas que utilizan la estructura logística y de reparto de la plataforma para vender sus propios productos. Con todo ello, la Comisión Europea envió un pliego de cargos a Amazon que le advierte de que ha violado las normas económicas de la Unión Europea (UE) al “distorsionar la competencia en el mercado minorista en línea”.

Según explicó el Ejecutivo comunitario, Amazon depende “de manera sistemática” de datos empresariales de los comerciantes independientes que venden en la plataforma del gigante digital. Esos datos no son públicos y su uso beneficia al negocio minorista de Amazon, que compite de manera directa con los demás comerciantes. De este modo, Amazon tiene acceso a datos de las empresas terceras que usan la plataforma para vender, como el número de productos pedidos y distribuidos, los ingresos de los vendedores en el mercado, el número de visitas a las ofertas de los vendedores, así como datos relacionados con el reparto o los resultados pasados de las compañías.

De acuerdo con los hallazgos preliminares de la Comisión, cantidades “muy grandes” de datos de los comerciantes terceros están a disposición de los empleados del negocio minorista de Amazon y fluyen de manera directa a sus sistemas automatizados, que agregan esa información y la usan para “calibrar las ofertas minoristas y las decisiones empresariales estratégicas” del gigante tecnológico, en detrimento de los demás vendedores. Por ejemplo, permite a Amazon centrar sus ofertas en los productos más vendidos y ajustarlas a la vista de los datos de las otras compañías.

En su pliego de cargos, Bruselas constata que su conducta permite a Amazon “evitar los riesgos normales de la competición” en el mercado minorista y aprovechar su dominio a la hora de servir como escaparate para otros proveedores en Francia y Alemania, los mayores mercados de la empresa estadounidense en la UE. Si las sospechas se confirman, supondrían una violación de las reglas comunitarias que prohiben el abuso de una posición de mercado dominante.