La Comisión Europea pidió este miércoles a los veintiún Estados miembros de la Unión Europea mediante un salario mínimo asegurado por ley fijar criterios para establecer su nivel, y apostó por ampliar la cobertura de la negociación colectiva en todo el club comunitario.

Bruselas incluyó esas ideas en una nueva propuesta de directiva que busca garantizar que los trabajadores reciban salarios mínimos "adecuados".

Sin embargo, la iniciativa no fija los niveles concretos de esos sueldos en el conjunto del club comunitario o en cada Estado miembro, labor que no figura entre las competencias de la Unión Europea.

Para los países con salario mínimo establecido por ley, la CE plantea fijar criterios "claros y estables" para determinarlo y llevar a cabo actualizaciones "regulares y oportunas".

Entre esos criterios nacionales, Bruselas insta a incluir el poder adquisitivo de los salarios mínimos, el nivel general de los sueldos brutos y su distribución, la tasa de crecimiento de los salarios brutos y la evolución de la productividad laboral.

La iniciativa de la Comisión también llama a reforzar los controles y las inspecciones de campo para garantizar que los empleados acceden de manera efectiva al sueldo mínimo.

Del mismo modo, se pretende limitar las variaciones sobre el salario "para grupos específicos" y las deducciones en las remuneraciones, así como garantizar la implicación de los actores sociales a la hora de fijar el sueldo.

Esas exigencias solo se aplicarían a los 21 Estados miembros que han establecido un salario mínimo por ley, entre ellos, España, que lo tiene fijado en 950 euros al mes.

Frente a esos 21 países, otros seis (Suecia, Dinamarca, Finlandia, Austria, Chipre e Italia) no han fijado un salario mínimo por ley, sino que lo pactan mediante negociación colectiva.

A esos socios comunitarios, así como a los otros veintiuno, Bruselas les pide incrementar la cobertura de la negociación colectiva, en particular, apoyando la capacidad de los interlocutores sociales y fomentando las negociaciones sobre salarios entre ellos.

De hecho, si la cobertura de la negociación colectiva es inferior al 70%, los países tendrán que establecer "un marco de condiciones propicias" para la negociación colectiva, ya sea por ley o mediante un convenio con los interlocutores sociales. También se deberá establecer un plan de acción para promover la negociación colectiva.

Por otra parte, se exigirá a los Veintisiete una mayor monitorización y control sobre la aplicación efectiva del salario mínimo, incluido el desarrollo de instrumentos eficaces para recopilar datos, con la obligación de informar cada año a la Comisión.

Igualmente, se prevén sanciones "efectivas, proporcionadas y disuasorias" en caso de incumplimiento de las disposiciones nacionales sobre protección del salario mínimo, y garantizar a los empleados el derecho de acudir a mecanismos de resolución de disputas.

La razón de que los países sin niveles mínimos fijados por ley tengan menos requisitos que cumplir es que en esos países los problemas salariales son menores, según indicaron fuentes comunitarias.

La Comisión aseguró que los territorios donde la negociación colectiva está más extendida tienen un menor porcentaje de trabajadores con sueldos bajos, menos desigualdad salarial y sueldos mínimos más elevados, razón por la que se busca ampliar su cobertura, sobre todo en los países donde llega a menos del 70 % de los empleados.

La propuesta de directiva no fija un salario mínimo a nivel de toda la UE y tampoco obliga a los países sin sueldo mínimo asegurado por ley a introducirlo ni interfiere en las competencias de los agentes sociales.

Se trata de introducir unos estándares "mínimos", al tiempo que se respetan las competencias de los países y la autonomía de los agentes sociales, según la CE.

La Comisión apuntó que cuando se fijan a un nivel "adecuado", los salarios mínimos "no solo tienen un impacto social positivo", sino que también "reducen la desigualdad salarial, ayudan a sostener la demanda interna y fortalecen los incentivos para trabajar". Bruselas añadió que ayudan a reducir la brecha de género, porque más mujeres que hombres ganan el salario mínimo.

"Casi el 10 % de los trabajadores en la UE están viviendo en la pobreza: esto tiene que cambiar. La gente que tiene un trabajo no debería tener problemas para llegar a fin de mes. Los salarios mínimos tienen que ponerse al día con otros salarios que han experimentado un crecimiento en décadas recientes", declaró en un comunicado el comisario europeo de Empleo, Nicolas Schmit.

Agregó que la negociación colectiva debería ser "el patrón oro" en todos los Estados miembros. Bruselas subrayó que si bien el salario mínimo está garantizado en toda la UE, en la mayoría de Estados miembros los trabajadores están afectados por "una adecuación insuficiente o por lagunas en la cobertura".

Una vez que la Eurocámara y el Consejo (los países) negocien y aprueben la directiva, los Estados miembros tendrán dos años para trasponerla a la legislación nacional.