- El tradicional parón de la industria y la construcción en el mes de agosto junto al mínimo recorrido de las actividades turísticas a consecuencia de las restricciones del coronavirus frenaron en seco el mes pasado la recuperación del empleo en Gipuzkoa.

Las oficinas de Lanbide inscribieron en agosto 759 parados más, lo que supone un incremento del 1,94% con respecto al mes anterior, un porcentaje que está muy por encima del registrado en el Estado (0,8%), debido en buena medida a que las empresas del sector manufacturero, muy castigado por la crisis, han limitado las ya de por sí escasas contrataciones de eventuales con las que habitualmente suplen algunos puestos fijos durante las vacaciones y que el ladrillo ha cesado este año más que nunca su actividad.

En Euskadi, los nuevos parados ascendieron a 3.090 personas con un crecimiento del 2,1%. En consecuencia, el paro volvió a crecer el mes pasado tras un julio muy positivo y la lista del desempleo vasco avanzó hasta sumar 146.450 personas.

Como nota positiva cabe destacar que el mercado laboral vasco, que sufre siempre en agosto por su estructura económica, ha tenido este curso un mejor comportamiento que en 2019. Con todo hay que remontarse a agosto de 2010, en un momento crítico de la recesión anterior, para encontrar un dato tan malo como el de este año.

Por su parte, la afiliación a la Seguridad Social continúa en la espiral negativa generada por la pandemia y Gipuzkoa perdió 1.204 cotizantes en agosto, que en el caso del conjunto de Euskadi fue de 4.309. La industria lideró la caída en las contrataciones con un descenso respecto a julio de casi un 37%, once puntos más que la bajada en ese sector en el conjunto del Estado.

En cambio, en servicios, el descenso vasco (-26%) es cuatro puntos inferior al de España debido precisamente a la menor exposición al turismo del sector terciario, cuya evolución se ha visto marcado por los brotes de COVID durante el verano.

Tanto en Euskadi como en España, el foco se pone ya en septiembre. El mal dato de agosto estaba ya descontado ante los rebrotes de COVID. En cambio, este mes que acaba de comenzar será toda una reválida para el empleo.

El curso no solo empieza en el ámbito educativo, también recuperan el pulso la industria y la construcción. Después de seis meses al ralentí y desconectadas como nunca habían estado, las diferentes piezas que conforman la economía coinciden en la autopista del crecimiento y el riesgo de contagio se multiplica.

Y a ello hay que sumar el debilitamiento generalizado de las empresas durante el colapso generado desde el confinamiento. El escenario, siendo generosos, está a media luz y, más allá del análisis mes a mes, la evolución interanual es el mejor reflejo de lo delicado de la actual situación.

Gipuzkoa registró en agosto casi 10.000 parados más que hace un año, con un incremento del 32%, el más alto en el conjunto de la CAV que contabilizó 30.372 desempleados más y un aumento del 26%. En el ámbito de la afiliación a la Seguridad Social también se ha frustrado la posibilidad de superar el millón de cotizantes, récord histórico en la CAV.

El reloj se detuvo el 14 de marzo con la declaración del estado de alerta y de los 973.152 afiliados vascos registrados a finales de febrero se ha pasado a los 938.585 de agosto sin margen para enderezar la pendiente por la que se precipitaba el empleo.

Gipuzkoa pone el foco en el mes de septiembre, que se presenta como toda una reválida para la evolución de los datos de desempleo

En el ámbito de la Seguridad Social se ha frustrado la posibilidad de alcanzar el millón de cotizantes, récord histórico en la CAV