esulta curioso que un año después de la puesta en marcha de los incentivos fiscales para gestores de fondos y sociedades de capital riesgo con el fin de impulsar y desarrollar una nueva industria de inversión en Gipuzkoa, hasta ahora prácticamente inexistente, por parte del departamento foral de Hacienda y Finanzas, a cuyo frente se halla el diputado Jabier Larrañaga, la medida siga generando una gran expectación en el sector y en medios de comunicación económicos del Estado.

La razón de esta inusitada expectación que en el sector del capital riesgo del Estado ha generado la decisión de la Hacienda guipuzcoana no es otra que el carácter innovador que contiene y la vocación de adelantarse a una realidad que demandaban los propios gestores de capital riesgo, aunque con el objetivo claro y diáfano de impulsar la implantación en Gipuzkoa de una industria de inversión donde el Venture capital y, en general, el capital riesgo puedan hacer una aportación importante en el desarrollo de una economía fuerte en nuestro territorio.

La idea es contar en Gipuzkoa con un ecosistema desarrollado de inversión, hasta ahora inexistente, con el establecimiento de entidades de capital riesgo dedicadas a promover proyectos emprendedores y de expansión, así como acompañar a las empresas en su desarrollo. Es lo que se denomina capital inteligente, es decir, una inversión que va más allá de la aportación de dinero al prestar un asesoramiento que es muy importante, sobre todo, en las startups de alto potencial de crecimiento.

En definitiva, se trata de desarrollar en el territorio un polo de inversión con inversores que acompañen a los nuevos proyectos empresariales que surjan fortaleciendo nuestro entorno innovador y emprendedor. Y para ello, el cambio tributario que se ha llevado a cabo se presenta como algo necesario para que las personas que quieran desarrollar un proyecto profesional en el mundo de la inversión lo hagan en Gipuzkoa en las mejores condiciones, de manera competitiva y con una visión de largo plazo

Esta es la filosofía que justifica la decidida actuación de la Hacienda Foral dirigida por Jabier Larrañaga que ha marcado todo un hito en el Estado al rebajar hasta 24 puntos la tributación del carried interest -que son las participaciones que tienen los gestores en las plusvalías de los fondos, una vez que los inversores han recuperado su inversión-, por considerarlas rentas de capital mobiliario, es decir de ahorro, y no rendimientos de trabajo, como hasta ahora y como ocurre a día de hoy en el Estado. Mientras los rendimientos de trabajo pueden llegar a tributar en una escala que puede llegar al 49%, en el caso de las rentas del ahorro, la tributación se grava en una escala entre el 20% y el 25%.

Esta revolución que ha sacudido el sector estatal, gracias a las herramientas que nos ofrece el Concierto Económico, ha significado también un cambio sustancial en el ordenamiento foral tributario existente donde se daba la contradicción de que se favorecía el capital riesgo a través de un régimen especial que, por otro lado, resultaba de difícil aplicación por la normativa del régimen de sociedades patrimoniales que chocaba con el funcionamiento y el ejercicio habitual de ese sector, como son el reparto de dividendos y la venta de participaciones.

Tal ha sido la transcendencia de la decisión adoptada en febrero del año pasado por el departamento de Hacienda y Finanzas que un gran número de gestoras de capital riesgo del Estado se han dirigido durante estos meses a la Hacienda Foral guipuzcoana para interesarse por la medida, pero todas han tenido la misma respuesta y una condición previa: la necesidad de que no solo se ubiquen en Gipuzkoa, sino que es necesario e imprescindible que las personas clave de la entidad residan y desarrollen su actividad en el territorio. De lo contrario, se hubieran establecido numerosas gestoras que no iban a cumplir con el objetivo de la iniciativa que es contar en Gipuzkoa con un ecosistema de inversión focalizado a los proyectos empresariales que surjan en el territorio. Se trata de fomentar inversiones donde no prevalezca la rentabilidad en el corto y medio plazo, sino la continuidad y el fortalecimiento de los proyectos empresariales a largo plazo.

En este sentido, el diputado foral de Hacienda y Finanzas, Jabier Larrañaga, ha sido claro en un largo artículo publicado recientemente en el Anuario de Capital Riesgo, editado por el Instituto de Capital Riesgo (INCARI), al señalar que el centro de la iniciativa está en los profesionales con un objetivo a medio y largo plazo. En su artículo titulado Una industria de inversión para una economía fuerte, Larrañaga describe las necesidades que tiene Gipuzkoa para desarrollar esta nueva industria de inversión y los cambios normativos fiscales que han tenido que hacerse para su desarrollo para afirmar: “No queremos ser el territorio más “barato” desde un punto de vista fiscal, porque tenemos claro que el que viene por precio se va por precio”.

“Queremos que Gipuzkoa sea un territorio que reúna las condiciones para que todo profesional que quiera desarrollar su carrera en el mundo de la inversión lo pueda hacer en condiciones en las que pueda competir a nivel mundial. Gipuzkoa reúne las condiciones para que todo profesional pueda desarrollar tanto su vida personal como profesional en términos de excelencia”, concluye.

Lo cierto es que los resultados ya se están produciendo de manera satisfactoria como el traslado de las gestoras de capital riesgo Ysios Capital, que ha cambiado su sede social de Barcelona a Donostia, -debido a la vinculación que dos de sus altas directivas tienen con la capital donostiarra como la exministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, y Julia Salaverria-, al igual que Inveready, que dio el salto de Madrid a la capital guipuzcoana, por la vinculación que tiene con la entidad local Easo Ventures. Ysios Capital, que es líder en inversiones en el sector biotecnológico, acaba de lanzar un fondo ya comprometido de 155 millones de euros con el objetivo de conseguir 200 millones y gestiona un total de 346 millones.

La iniciativa también ha provocado la creación de gestoras locales, a las que hay que sumar a la ya existente Easo Venture, Efialia, de reciente constitución, que tiene previsto en principio, una inversión de 35 millones de euros en diez pymes de Euskadi, a la que hay que añadir otra entidad que en este momento está en fase de constitución.

Estos datos ponen de relieve, la capacidad innovadora en todos los ámbitos que existe en Gipuzkoa y que trasciende a nuestro propio territorio, al comprobar el interés que suscita en el exterior, lo que nos permite dar a conocer nuestra visión de las cosas y la manera de llevarlas a cabo. Todo un ejemplo.

Se trata de fomentar inversiones donde no prevalezca la rentabilidad a corto y medio plazo sino la continuidad y fortalecimiento de los proyectos empresariales