berlín - El Consejo de Ministros alemán aprobó ayer un proyecto de ley para garantizar una pensión mínima para los jubilados con menos ingresos a partir de 2021, tras meses de fricciones dentro de la gran coalición de conservadores y socialdemócratas. Según datos del Gobierno alemán este proyecto de ley, que debe pasar ahora por el Bundestag, beneficiará a 1,3 millones de jubilados, especialmente mujeres dado que representan el 70% del conjunto.
El plan incluye un sistema de apoyo económico de hasta 400 euros brutos por persona que serán financiados por impuestos. Los perceptores serán quienes hayan cotizado durante al menos 35 años (incluidos trabajos no remunerados como el cuidado de los hijos o la atención a dependientes) entre el 30 y el 80% del salario medio, que en la actualidad se sitúa entre 972 y 2.593 euros mensuales brutos.
La iniciativa incluye también una provisión que excluiría de pagar impuestos a los jubilados que perciban menos de 1.250 euros al mes y a las parejas retiradas que ingresen menos de 1.950 euros. Los beneficiarios deberán pasar una revisión de activos y podrán alegar que tienen familiares a su cargo.
Se estima que este plan podría costar unos 1.500 millones de euros al año a las arcas públicas alemanas, que llevan años registrando superávits mucho mayores. La pensión mínima era una de las exigencias socialdemócratas para entrar de nuevo como socio minoritario en una gran coalición con los conservadores, que se habían resistido a esta propuesta.