donostia - Cegasa Portable Energy es un ejemplo de cómo una empresa puede recuperarse y convertirse en referente si dispone de la inversión necesaria y una gestión eficaz. Su situación ha cambiado radicalmente en tan solo seis años, de marzo de 2014 cuando Cegasa declaró un concurso de acreedores a inicios del presente ejercicio, cuando es considerado el segundo mayor productor de dióxido de manganeso electrolítico de Europa.

Las deudas que arrastraba Cegasa, con plantas en Oñati y Gasteiz, obligaron a la dirección a diseñar un plan de recuperación en el que consiguió implicar a distintas administraciones como el Gobierno Vasco y las diputaciones forales, que apostaron por su continuidad. Un importante revés se produjo en marzo de 2014, dado que una de las entidades financieras prestamistas se negó a mantener la línea de financiación del circulante necesario para implantar el plan de viabilidad de la empresa.

Esta decisión condujo a Cegasa a presentar un concurso de acreedores que dejó en vilo a los 800 trabajadores que desempeñaban su labor en el grupo, de los que medio millar se situaban en las plantas de Oñati y Gasteiz. La dirección insistió en su viabilidad, más aún cuando dividió la actividad en tres áreas, la energía, la logística y la de pequeño electrodoméstico.

Esta última, comercializadora de la marca Solac, fue la primera en ser adquirida por Taurus Group. Las otras unidades tuvieron que esperar a enero de 2015, cuando se formalizó la compra por parte del fondo de capital riesgo madrileño Sherpa Capital de las tres unidades de negocio relacionadas con el área de energía ubicadas en Oñati.

Este fondo inversor se comprometió a mantener a 130 trabajadores de estas divisiones, lo que significaba conservar el 45% de la plantilla de entonces y lanzó una oferta estimada en 19 millones de euros que también incluía los signos distintivos, marcas, patentes, derechos de propiedad industrial e intelectual, diseños y todos aquellos otros elementos adscritos a estas divisiones.

La idea de un fondo de capital riesgo es desinvertir años después, algo que ha materializado ahora con la venta a la compañía minera de México Autlán en una operación que representa un desembolso de 26,3 millones de euros. - M.M.