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“Esto es solo la semilla, el trabajo empieza realmente ahora que hay que regarla”

La Asociación de Amigos de Arizmendiarrieta ha sido la impulsora del modelo inclusivo participativo de empresa que el Parlamento Vasco respaldó ayer

“Esto es solo la semilla, el trabajo empieza realmente ahora que hay que regarla”

donostia - Miguel Ángel Laspiur, presidente de ALE (Arizmendiarrietaren Lagunak Elkartea), mostró ayer su satisfacción por la aprobación de la Proposición no de Ley y destacó la unanimidad, aunque advirtió de que este trámite tan solo es el inicio de un largo proceso.

¿Qué valoración realiza de la aprobación por parte del Parlamento Vasco de la proposición no de ley?

-Es una gran satisfacción después de muchos años de trabajo para aunar voluntades. Creo que hay que subrayar el hecho de que un proyecto impulsado por una asociación haya recibido el apoyo unánime en el Parlamento Vasco, y que los partidos políticos nos hayan agradecido el esfuerzo realizado por buscar espacios de colaboración.

¿De qué reflexión parte este modelo inclusivo participativo?

-En 2008 nos sentamos para estudiar la articulación de un proyecto de empresa participada. Procedíamos de la corporación cooperativa Mondragon y vimos que tenía que existir una vía entre cooperativa y empresa anónima de capital. Con esa idea, tuvimos la osadía de ponernos en contacto con las tres universidades del País Vasco (Deusto, Mondragon Unibertsitatea y UPV/EHU) que estuvieron de acuerdo en crear un foro en el que también se integró Asle (Asociación de Sociedades Laborales de Euskadi).

¿Existían mimbres para consolidar esta idea?

-Aquí ya había empresas que trabajaban la participación, pero también conocimos experiencias de Estados Unidos o Alemania. Con esta base, en 2014 y aunque nos parecía una locura, instauramos un seminario para trabajar el nuevo modelo empresarial en el que participaron los cuatro grupos políticos que en aquel momento estaban en el Parlamento Vasco y todos los sindicatos menos ELA quien, aunque declinó la invitación, nos pidió estar informado. Quedamos muy satisfechos de la respuesta tanto del seminario como de las reuniones paralelas que celebramos porque conseguimos un amplio consenso. He de aclarar que ALE solo actuó de guía y moderador. Ahora el proyecto no es nuestro, es de la sociedad vasca.

¿En qué consiste en esencia la propuesta?

-Se trata de una segunda o tercera vía de empresa donde lo importante es la persona y su participación incluso en el capital. Es un modelo humanista que busca una mayor igualdad y la felicidad de las personas por participar en un proyecto compartido. Es un modelo vasco, con nuestros “bienhaceres” y nuestros “malhaceres”. Esto es solo la semilla, el trabajo empieza ahora, que es cuando hay que regarla.

En Gipuzkoa existe un clima más propicio pero, ¿cómo considera su implantación en Bizkaia y Álava?

-La diferencia es sensible y la balanza se inclina favorablemente hacia Gipuzkoa. Tenemos la importante implicación de la Federación del Metal de Bizkaia, pero creo que su implantación en estos dos territorios es más complicada.

¿Este modelo puede chocar en Gipuzkoa con la nueva cultura de empresa que impulsa Adegi?

-Yo creo que casa con nuestro plan. Adegi trabaja muy bien la gestión y la transparencia, avanza mucho y hay que darle la enhorabuena. Sin embargo, no quieren hablar de la participación del trabajador en la gestión, en los resultados y en el capital. Nosotros no somos fundamentalistas, no lo queremos todo y ahora, por lo que pensamos que está bien que en estos momentos apueste por trabajar la gestión y la transparencia sin abordar la participación, porque todo llegará. Hay que tener paciencia.

¿Qué dificultades puede encontrar su aplicación a empresas que no integran la economía social?

-Nuestro objetivo son cuatro tipos de empresas, las de nueva creación, las que estén en crisis pero tengan futuro, las pequeñas basadas en el conocimiento, y las familiares con problemas de sucesión. Respecto a estas últimas, sabemos que la Diputación de Gipuzkoa trabaja para fomentar el relevo, y creemos que el modelo que nosotros proponemos resuelve el problema. Dificultades vamos a encontrar, hay que cambiar el “chip” de empresarios, sindicatos, trabajadores... De ahí que abogue por tener paciencia y saber que no se puede hacer de un día para otro.

¿Qué esperan de las instituciones vascas?

-En la Proposición no de Ley pedimos políticas públicas que prioricen la formación y la sensibilización.

¿Qué opinión ha recabado de empresarios y patronales?

-Confebask y Cebek tienen buenas palabras pero observamos pasividad. No se oponen, pero no lo defienden, lo ven desde la distancia.

¿Qué ha sucedido para que ELA y LAB, que en un principio apoyaron la proposición, hayan cambiado su postura?

-No esperábamos esa reacción. Es cierto que ELA no participó en el seminario de 2014, pero no se posicionó en contra. Y LAB trabajó en él de manera intensa. Creo que su visión es cortoplacista y la nuestra es más a largo plazo. Como he comentado antes, no se puede esperar que este modelo se implante de un día para otro, y es susceptible de adaptarse a las circunstancias, pero es necesario darle tiempo.