Donostia - El mundo energético, ligado durante el siglo XX al petróleo y al carbón, está en una fase de transición a cuyo término la energía eléctrica tendrá un papel preponderante, en especial la generada mediante fuentes sostenibles como son el sol y el viento. Por ello, las compañías petroleras y gasistas están tomando posiciones en la generación y distribución eléctrica.
La electrificación de la sociedad es cada día más importante. Hoy no se entiende un hogar sin electricidad, un elemento clave en la digitalización, y además va a crecer si se tiene en cuenta que uno de los pilares de la movilidad, los vehículos de motores de combustión alimentados por derivados del petróleo, van dejando paso, al menos en los entornos urbanos, al coche, a la moto, al autobús y al tranvía eléctrico.
Es verdad que todavía el coche eléctrico tiene una cuota de mercado muy pequeña pero los datos del Estado en este inicio del año ya apuntan hacia una tendencia de crecimiento imparable. Las matriculaciones de vehículos eléctricos se situaron en el primer semestre en 6.890 unidades, lo que supone un crecimiento del 123%, según Aedive, que, además, señala que las ventas de vehículos híbridos enchufables crecieron el 137%, hasta llegar a las 2.671 unidades. Y esto es solo el principio.
Estos cambios en el sector energético no son de interés menor para Euskadi porque no hay que olvidar que la industria vasca ligada con el sector, según el Clúster de Energía, agrupa a 42 empresas con presencia en 67 países, que facturan 57.000 millones de euros y emplean en el País Vasco a 22.000 personas.
Más electrificación “Hay consenso en que será necesaria una mayor electrificación de la economía, como medio para descarbonizar el consumo de energía final y desplazar el consumo de los hidrocarburos más contaminantes (en torno al 50% del consumo final son gasóleos y gasolinas y cerca del 25% es gas natural)”, señalan en Iberdrola. También hay consenso “en configurar un mix eléctrico donde se abandone la generación con carbón, como combustible con mayores emisiones”.
Es en este contexto de electrificación en el que hay que enmarcar operaciones como la efectuada esta semana por la empresa ferroviaria CAF por la que ha destinado unos 300 millones de euros a tomar el control del fabricante de autobuses polaco Solaris, uno de los líderes del mercado en el centro de Europa. Y es que CAF valora que Solaris sea uno de los primeros constructores europeos de autobuses eléctricos y tenga productos suyos circulando en una treintena de países. En ellos la movilidad sostenible va a ser uno de los principales vectores de crecimiento en los próximos años. Europa quiere que en 2030, el 32% de toda la energía final consumida sea de origen renovable.
El resultado de esta transición energética hacia un modelo más limpio de emisiones y sostenible iniciada por Alemania se está trasladando a las empresas del sector en el Estado. El camino emprendido hace unos años por Iberdrola con su apuesta por la energía verde que ha convertido a la compañía vasca en uno de los líderes mundiales en la operativa eólica está empezando a ser seguido por otras empresas.
En días pasados Gas Natural-Fenosa cambio su nombre a Naturgy para, entre otras cosas, lograr que se visualice que ya no es una gasística sino que es una energética global. Dicha operación de imagen va acompañada de un plan estratégico hasta 2022 que contempla inversiones por importe de 8.400 millones, buena parte para crecer en renovables y ser una empresa más eléctrica. Además, no ha dudado en ajustar a la baja el valor de sus activos energéticos tradicionales, centrales térmicas de carbón, por ejemplo.
Repsol compra hidráulicas En la misma línea, la petrolera Repsol aprobó la adquisición de los negocios no regulados de generación de electricidad de bajas emisiones de Viesgo, así como su comercializadora de gas y electricidad por un importe de 750 millones de euros.
El acuerdo supone la compra de una capacidad de generación eléctrica de bajas emisiones de 2.350 megavatios (MW) formada por centrales hidroeléctricas, 700 MW, y ciclos combinados de gas, y una cartera de cerca de 750.000 clientes, con lo que Repsol refuerza su posición como proveedor multienergía.
En esa misma línea, la vasca Petronor, lleva tiempo, según recuerda su presidente Emiliano López Atxurra, preparándose para el cambio porque en el futuro las compañías de abastecimiento y distribución serán multienergéticas.
La compañía titular de la refinería de Muskiz no deja de otear los cambios que se pueden producir en el mercado de carburantes si el Gobierno español de Pedro Sánchez incrementa el impuesto que grava el gasóleo y pasase de los 30,70 céntimos por litro a los 40,25 céntimos por litro con los que se grava la gasolina. Ello supondría una descenso de las ventas de vehículos diesel y un menor consumo de gasóleo.
El líder en renovables, la eléctrica, Iberdrola considera que estos cambios muestran “la tendencia hacia una transición energética, que Iberdrola ha liderado en la última década, y confirman que el sector eléctrico será clave en el objetivo global de reducción de emisiones de CO2”.
En todo caso, todas las empresas del sector energético, petroleras incluidas, quieren estar en el mercado futuro con múltiples ofertas de productos, -gasolina, gas, electricidad, hidrógeno etc.- y a ser posible con el sello ecológico y sostenible.
renovables. La Unión Europea ha puesto como objetivo que en el año 20130, el 32% de la energía total consumida en Europa sea de origen renovable.
Solar. Es el peso de la generación eléctrica de origen solar, tanto fotovoltaica como térmica, en el total de la electricidad producida en el Estado español en 2017.
Vehículo eléctrico. Las ventas de vehículos eléctricos han crecido en el primer semestre el citado 32% en el conjunto del Estado español.
Cuota de mercado. Endesa lidera el mercado eléctrico español con un 37% seguida de Iberdrola, 35%; Naturgy (Gas Natural Fenosa), 16%; EDP, 4%; Repsol (Viesgo), 4% y otros, 6%.