donostia - Los pensionistas vascos siguen a pie de calle con sus movilizaciones en defensa de unas “pensiones dignas” y apelan a elevar el número de asistentes a sus manifestaciones, así como a mantener el espíritu actual de “unidad” y “ausencia de siglas políticas y sindicales” en unas reivindicaciones que consideran que son de justicia.

Así, ayer, un días más, cientos de pensionistas y jubilados se concentraron en los jardines de Alderdi Eder frente al ayuntamiento de Donostia e instaron a todos a multiplicar los llamamientos a sumarse a las movilizaciones. Hay que conseguir “50 personas por cada asistente que estamos” de cara a la marcha que se celebrará el próximo sábado, 17 de marzo, a las cinco de la tarde.

El llamamiento a la unidad y a la ausencia de siglas se produce en un momento en el que determinados grupos políticos quieren hacer bandera electoralista de la situación de las pensiones públicas, cuando los técnicos recomiendan no lanzar mensajes “demagógicos”.

De hecho, el portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, reclamó ayer un acuerdo sobre las pensiones en el Pacto de Toledo “por encima de las luchas partidistas, afrontando el problema y hablando claro a la gente”.

El dirigente nacionalista señaló en una entrevista en Radio Popular que rechaza la propuesta del ministro Montoro de aprobar una rebaja fiscal para los pensionistas porque “son soluciones parciales que solo buscan quitarse el problema de encima cuando hay que afrontar ese problema, hablar claro a la gente, decirle cómo están las cosas y cuál es la situación”.

Por su parte, la secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, participó en la concentración desarrollada en Donostia a cuyo término reclamó un sistema de pensiones “propio” y “plena” capacidad competencial en materia de Seguridad Social.

Los jubilados vascos, conscientes de su peso electoral, siguen saliendo a las calles para protestar por la pérdida de poder adquisitivo de sus pensiones tras la subida anual de un 0,25% aprobada por el Gobierno del PP en un contexto en el que la inflación supera ampliamente dicha cifra, y para reclamar “pensiones dignas”.