donostia - Las exportaciones de Gipuzkoa durante el pasado ejercicio se incrementaron un 4,3% con respecto a 2016, un porcentaje inferior al conjunto de la CAV pero que revela una tendencia positiva de las ventas exteriores de las empresas del territorio, que durante el pasado ejercicio alcanzaron la cifra de 7.179 millones de euros.
La dirección provincial de Comercio del Ministerio de Energía, Industria y Competitividad ofreció ayer estos datos en la misma jornada en la que el Instituto Vasco de Estadística Eustat publicó sus datos de comercio exterior a nivel del conjunto de la CAV, en los que también se refleja el buen comportamiento de esta importante actividad exterior de las empresas vascas.
El Eustat confirma que el tejido empresarial vasco batió el año pasado su récord de exportaciones y dejó el listón en los 23.857 millones de euros. El sector de la automoción fue de nuevo el principal motor de las ventas exteriores vascas. Sin embargo, el sector que más creció fue el de la energía. Todo ello apoyado también en un gran dinamismo del metal y en una evolución positiva general en todos los grandes sectores.
El nuevo registro máximo de las exportaciones vascas llega además acompañado de otro hito. Por primera vez en la historia, Alemania adelanta a Francia como principal destino de los productos hechos en Euskadi. Los números refuerzan el éxito de la apuesta de las empresas vascas por la internacionalización, que fue en numerosos casos un recurso para sortear la crisis y que se ha consolidado en el ADN de la economía vasca.
Sobre esa base, la actividad comercial vasca fuera aumentó el año pasado un 10,5%, lo que supone ingresos por valor de casi 2.300 millones más. Y se borra de un plumazo el anterior récord de 2014, el primer año de la recuperación, y que queda a 1.400 millones de distancia.
La actividad empresarial se percibe asimismo en la fortaleza de las importaciones, que son en gran medida los recursos que utilizan las compañías para fabricar sus productos. De hecho, su evolución fue todavía más positiva, con un incremento de un 20,5% hasta los 18.653 millones. Por ese motivo la balanza comercial vasca fue el año pasado menor que la de 2016. En concreto el saldo positivo fue de 5.204 millones, cerca de 900 millones inferior al de 2016.
En el análisis de ambos lados de la balanza del comercio exterior se constata que las importaciones regresan a los parámetros previos a la recesión, en línea con el repunte de la producción de las compañías, mientras que las exportaciones se consolidan en una zona de gran intensidad tras cuatro años consecutivos superando los 21.500 millones, lo que supone superar en 2.100 millones el récord previo al estallido de la crisis.