donostia - Gipuzkoa se mantiene como el territorio de la CAV con una menor tasa de desempleo, del 8,4% en el cuarto trimestre de 2017, tras haber descendido este porcentaje siete décimas en comparación con el anterior trimestre del mismo año (9,1%), y de manera más significativa respecto a 2016, año en el que se registró un paro del 11%, según los datos hechos públicos ayer por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat.

La encuesta sobre población activa y empleo PRA confirma una evolución a la baja en los niveles de paro del territorio guipuzcoano, donde entre octubre y diciembre del año pasado 2.500 desempleados, 900 en la capital guipuzcoana, encontraron un puesto de trabajo. Esta tendencia descendente es más acusada en Gipuzkoa que en el conjunto de la CAV, donde la tasa de desempleo se situó en el 11,1%.

El Eustat no entra a analizar las características del nuevo empleo que se genera, aunque es discurso común de sindicatos que se trata de trabajos precarios, de escasa duración y con salarios muy bajos. Incluso el Gobierno Vasco ha admitido que el mercado laboral en Euskadi aqueja de una temporalidad que resulta necesario atajar.

Por su parte, Euskadi dio en 2017 un paso de gigante para alcanzar el objetivo de cerrar la legislatura con una tasa de paro inferior al 10%. De hecho, todo apunta a que se derribará esa barrera este mismo año. La base sobre la que se trabaja es cada vez más sólida y el mercado laboral vasco entra en 2018 con 915.100 personas ocupadas, tras aumentar la cifra en 12.300 trabajadores durante el ejercicio. Más acentuado todavía fue el recorte en el número de parados, que se redujo en 16.300 para situarse en las 113.800 personas sin empleo.

La principal protagonista en la creación de puestos de trabajo fue la industria, que ganó 12.800 cotizantes durante el año, mientras que la construcción consolidó su recuperación con 1.000 nuevos empleos. Servicios, en cambio, perdió 2.100 ocupados.

El porcentaje de desempleados cae hasta el 11,5%, tras bajar un punto y medio durante el curso. Si la economía vasca logra un ritmo similar este ejercicio, la tasa de paro se situará en torno al 10% que el Gobierno Vasco tenía previsto alcanzar a finales de 2019.

En ese caso todavía quedaría un largo camino para alcanzar los niveles previos a la crisis, cuando se vivían momentos de paro técnico con una tasa que rondaba el 3%. Los empresarios consideran que ese horizonte está más cerca de lo que parece y pronostican que la tasa bajará hasta el 8% en diciembre. De ser así, la economía vasca daría carpetazo casi definitivo al terreno inestable para la contratación abonado por la crisis. Las perspectivas son muy favorables tras un buen último trimestre de 2017.

Ese periodo se cerró con crecimiento en el número de ocupados (900) y descenso en el de parados (-5.100), en ambos casos respecto al tercer trimestre. Esa coincidencia, que era norma en el último cuarto del año justo ante antes de la crisis, no se producía en Euskadi desde 2006. En 2007 aumentaron las personas ocupadas, pero también se incrementaron ligeramente las paradas. A partir de entonces, no ha habido una pauta y, aunque desde 2014 el balance anual es positivo, el último trimestre ha emborronado siempre la dinámica con caídas en el número de empleos, con subidas del paro o con ambas cuestiones.

ocupación Respecto a la ocupación, también Gipuzkoa registra tasas superiores a sus vecinos Bizkaia y Araba con un 68,6% en el cuarto trimestre de 2017, aunque este porcentaje apenas ha variado una décima con respecto al trimestre anterior, entre julio y septiembre. El Eustat realiza un análisis de las capitales de los territorios vascos en el que Donostia no sale bien parada, al perder 300 personas en activo en el mismo periodo frente al tercer trimestre del pasado ejercicio.

En el conjunto de la CAV, el aumento de la ocupación en el último trimestre se concentró en las mujeres, con 6.900 ocupadas más que el trimestre anterior, mientras que los hombres ocupados bajaron en 6.200. La masa laboral vasca creció en el último trimestre del año impulsada por el aumento en el sector de la construcción en 1.900 personas (+4,1%), mientras que en el resto de los sectores sufrió descensos de 100 personas en servicios, de 400 en la industria y de 700 en el sector primario.

Como aspecto negativo cabe resaltar que la tasa de paro juvenil sigue siendo la más elevada y alcanzó el 17,1%, a pesar de que se produjo un descenso intertrimestral de 4,5 puntos porcentuales. De este modo, el desempleo afecta a 6.000 jóvenes activos de 16 a 24 años.