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Un Rato prepotente no asume su culpa por la crisis y carga contra PP, Guindos y Zapatero

Denuncia un supuesta campaña del Gobierno cuando se le detuvo por fraude

Un Rato prepotente no asume su culpa por la crisis y carga contra PP, Guindos y ZapateroFoto: Efe

donostia - El que fuera vicepresidente y ministro económico de los gobiernos de José María Aznar, ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, defendió ayer su gestión como ministro de Economía y como máximo responsable de Bankia, al tiempo que cargó contra la actuación del actual Ejecutivo en la crisis de esta entidad y denunció un supuesto complot del Gobierno y del PP para detenerle y encarcelarle, filtrando que se había acogido a la amnistía fiscal y datos fiscales suyos en vísperas de su arresto en abril de 2015. En una intervención con exceso de prepotencia y ausencia de autocrítica, también arremetió contra el Ejecutivo de Zapatero.

Durante su intervención en la comisión del Congreso que investiga la crisis, una de las que más expectación ha causado, Rato insistió en que la economía española gozaba de buena salud durante su mandato y los desequilibrios llegaron después porque el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011) aparcó las reformas e ignoró los avisos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pero en lo que se centró especialmente el exbanquero fue en recordar que Bankia se creó después de que el Banco de España obligara a Caja Madrid a sumar Bancaja a la fusión que ultimaba con cinco entidades más pequeñas y luego el grupo salió a Bolsa con el visto bueno de las autoridades.

Rato, que se sentará en el banquillo acusado de falsedad contable y estafa a inversores por el debut bursátil de Bankia, incidió en la veracidad de las cuentas del banco durante su mandato y criticó la reformulación llevada luego por el equipo de José Ignacio Goirigolzarri. También reiteró en varias ocasiones que la salida a Bolsa de Bankia cumplió “escrupulosamente” con todos los requerimientos, atrajo a grandes inversores y “ni una sola persona puede decir que se le forzó a comprar acciones” de la entidad, cuya evolución fue mejor que la del resto de competidores hasta su marcha.

Sin embargo, todo cambió tras la llegada al poder del PP a finales de 2011, pues dio a entender que el Gobierno de Rajoy quería el rescate de la economía en su conjunto y se dio cuenta de que Europa solo le ofrecería uno para la banca.

Y antes de que esa petición de ayuda llegara en el verano de 2012, Rato recordó que el ministro de Economía, Luis de Guindos, declaró que la banca española necesitaba más de 50.000 millones, con lo que las acciones de los bancos empezaron a caer.

Además, en esos primeros meses de 2012 el Ejecutivo endureció las exigencias de provisiones y, relató, el propio De Guindos organizó, a espaldas del Banco de España, hasta tres encuentros con Rato y el resto de grandes banqueros: Emilio Botín, Francisco González e Isidro Fainé. En esas citas, siempre según la versión expuesta por Rato, el ministro le exigió primero un plan de saneamiento para Bankia, luego encargó a un competidor que hiciera sus previsiones y finalmente le pidió su dimisión, ya en mayo de 2012, lo que precipitó la llegada del nuevo equipo gestor y la petición de 19.000 millones en ayudas públicas que se sumaban a los más de 4.500 ya recibidos.

Rodrigo Rato aseguró que el actual ministro de Economía, Luis de Guindos, encargó a “los principales competidores de Bankia” la previsión de las provisiones que podría necesitar la entidad que presidía, antes de su nacionalización, y que estos mismos bancos fueron “los grandes receptores de los depósitos que salieron” tras su rescate. Rato añadió que el Banco de España fue excluido de estos encuentros, y llegó a decir que, en realidad, se le ocultaron.

Rato responsabilizó a la etapa del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero de relajar las exigencias a las entidades financieras y provocar la burbuja de crédito. Rodrigo Rato lamentó que, tras su mandato, se abandonara el consenso político para elegir la Comisión Ejecutiva del Banco de España, a pesar de los acuerdos alcanzados con el PSOE anteriormente para “evitar la politización de la cúpula” del organismo supervisor. - N.G.