donostia - El consejero vasco de Empleo, Ángel Toña, admitió ayer que Lanbide no podrá alcanzar esta legislatura su objetivo de intermediar en el 5% de las contrataciones que se realicen en Euskadi. Según explicó en una comparecencia parlamentaria, las empresas “pasan” del Servicio vasco de Empleo a la hora de buscar personal y prefieren o bien apoyarse en las agencias de colocación privadas o contactar directamente con los posibles candidatos.

Toña explicó en la Cámara las actuaciones acometidas hasta el momento en el Plan de Empleo 2014-2016 y ofreció su visión sobre el mercado laboral, muy debilitado durante los años de la crisis y con mucho terreno que recuperar para llegar a los niveles de hace ocho años. Aunque la CAV ya está saliendo del túnel, Toña advirtió de que será necesario que la economía crezca a un ritmo mayor que antes de la recesión para alcanzar los números de afiliación anteriores a 2008.

Lanbide debe jugar un papel destacado en ese proceso, pero no solo se enfrenta a las estrecheces presupuestarias de los departamentos de recursos humanos, sino también a la lejanía de las empresas, que prefieren buscar sus propios canales de contratación.

Se trata de un comportamiento generalizado tanto en Euskadi como en el resto de Europa. Lanbide gestiona en torno a un 3% de los contratos de la CAV, mientras que la media europea se sitúa en el 4%, lo que refleja que el desapego de las compañías respecto a la administración es muy común en este ámbito.

Con todo, su tasa de intermediación no es tan mala si se compara con el 1,5% de media de las agencias públicas del Estado. Además, el trabajo desarrollado para mejorar el porcentaje se empieza a notar. La tasa de Lanbide ha crecido casi un punto desde mayo del año pasado y la expectativa es seguir mejorando.

El problema es vencer la resistencia de las empresas a confiar al servicio público la criba de candidatos a los puestos vacantes. Por ello, el consejero enfrió las expectativas de los miembros de la Comisión de Empleo, que en mayo del año pasado pusieron deberes al Gobierno instándole a alcanzar una intermediación del 5% al final de la legislatura.

Toña aseguró que no será posible alcanzar ese nivel. “Las empresas no acuden a Lanbide, tienen sus propios mecanismos de contratación y pasan de Lanbide”, advirtió. El consejero considera comprensible que una empresa se posicione “más cerca” de las agencias privadas de colocación porque cuando solicitan sus servicios pueden establecer sus propios criterios de selección.

En cambio, a la hora de seleccionar currículos Lanbide “no puede dejar atrás a una mujer que esté en edad fértil y que pueda no ser interesante para una empresa”. Esa circunstancia también se da con otros colectivos como los parados de larga duración que en muchas ocasiones tienen más edad que el perfil que se busca o al revés: menos experiencia de la requerida

“Tenemos que ofertar a estas mujeres y a los jóvenes sin experiencia y muchas empresas no quieren perder tiempo seleccionando a la gente que les enviamos y prefieren sus propios mecanismos”, explicó. Las compañías asumen directamente el proceso de selección y apenas un 23% de los contratos se realizan a través de intermediarios. De ese porcentaje, un 20% corresponde a las agencias privadas de colocación. En cualquier caso, el consejero aseguró que Lanbide hará “un esfuerzo considerable por acercar a las empresas”.

Durante su comparecencia el consejero también advirtió del desajuste que existe en la CAV entre el crecimiento del PIB y el del empleo. En su opinión la economía tendrá que avanzar a más velocidad que antes de la crisis para reducir la lista del paro a los niveles casi residuales de los años del ciclo expansivo.

“crecer a más ritmo” Con una tasa de paro cercana al 15% y alrededor de 155.000 desempleados, Euskadi está “mejor” que otras comunidades autónomas, pero el paro es un problema de primer orden. Especialmente para los desempleados de larga duración y Toña reconoció que la búsqueda de una solución a la “dramática situación” de este colectivo es una “asignatura pendiente”.

Del mismo modo, explicó que la crisis económica “ha cambiado a peor” la correlación entre crecimiento económico y empleo. Por ello, “hay sectores y empresas que pueden generar más actividad y continuar destruyendo empleo”. Esa situación lleva a la CAV a una “encrucijada” en la que aún empezando a salir de la crisis, “no volveremos al mismo sitio en el que estábamos. “Aunque se recupere toda la actividad económica de antes de la crisis, no se recuperará todo el empleo perdido”, señaló.