Donostia. "El objetivo es que Fagor Electrodomésticos siga existiendo y que se dedique a la actividad de electrodomésticos". El director general de la empresa, Sergio Treviño, avanzó ayer que Fagor Electrodomésticos aspira a concentrar "gran parte de su actividad en el encastre y la cocción, pero dentro de un sector como el de los electrodomésticos. No va a dejar de ser generalista en el ámbito de los electrodomésticos, pero sí tendrá mayor actividad en el encastre".

En la primera intervención pública desde que la empresa entrara en preconcurso de acreedores, concedida anoche a ETB2, Treviño aseguró que el plan de viabilidad que tanto instituciones públicas -como el Gobierno Vasco- como financieras -ayer mismo lo reclamó el presidente de Kutxabank, Mario Fernández- ya existe: "El plan de viabilidad que presentamos a finales de verano contiene todas las medidas necesarias y lo único que le falta es la financiación", una búsqueda en la que trabajan con la Corporación Mondragon, las instituciones públicas y las entidades financieras. Para ello se ha optado por el preconcurso de acreedores, "donde se protege al conjunto de acreedores para buscar fuentes de financiación o renegociar la deuda".

Treviño dejó aun así la puerta abierta a que "si a medio plazo pasa por hacer otro plan, lo haremos, pero habrá que plantear las cuestiones que en ese plan hace que la Corporación o los que se han manifestado en desacuerdo se corrijan".

A su entender, "ese plan de reestructuración es bastante simple. Resuelve la vocación de crear empleo sostenible, rentable. Eso se traduce en que aquellas actividades que pueden ser rentables en un país de alto coste como Francia o España se pueden mantener. Yendo a lo concreto, hablamos del encastre, de la cocción y productos de nicho de libre instalación". Cuestionado por las líneas deficitarias, Treviño aseguró que "no quiere decir que no lo puedan ser, de ahí la reestructuración para que sean rentables".

El director general de la cooperativa reconoció que la viabilidad pasará "en algunos casos, como los frigoríficos, por el cierre de la actividad y más que un recorte de personal, de reubicación del excedente de personal".

En torno a 20 empleados ya se han recolocado a través de los mecanismos de solidaridad de la Corporación, pero sobre los más de 1.000 restantes, Treviño reconoció que va a ser "una cifra complicada de resolver. Ahora bien, habrá un equipo en la oficina de empleo (que se activará próximamente) que anticipa que será complicado, pero lo va a hacer".

"Un pozo sin fondo" Tras confesar que la mejor manera de recuperar las aportaciones voluntarias y los préstamos de socios es que "Fagor Electrodomésticos sea rentable y viable", Treviño explicó que el mercado español, que supone el 50% de la facturación de la empresa, se ha contraído un 70% en los últimos años, lo que a la empresa no le ha dado "tiempo para hacer la reestructuración necesaria y ha consumido más de lo que generaba".

¿Fue la cooperativa un pozo sin fondo? Para Treviño, "siendo un poco osado y no poniéndome en la posición de los que estaban en aquel momento y veían Fagor Electrodomésticos, se ha podido considerar que era un pozo sin fondo. Ahora estamos poniendo encima de la mesa la solución para que deje de serlo. Es a esa demanda de solución estructural a la que hay que responder. ¿Fagor Electrodomésticos puede dejar de ser un pozo sin fondo? La respuesta es sí".

En la vía de la autocrítica, el actual director general -que lleva en el cargo desde abril- aseguró que Fagor Electrodomésticos "precisaba de una reestructuración y de decisiones difíciles y complicadas que no se han tomado. Eso no hace cierto que las decisiones se pudiesen haber tomado. La decisión respecto a la restructuración industrial se debería de haber tomado, pero no es menos cierto que Fagor Electrodomésticos ha podido no contar con los recursos para tomar esa decisión".

Treviño insistió en la viabilidad de la empresa siempre que llegue la financiación, pero advirtió de que Fagor Electrodomésticos está en una situación concreta: "Tiene una cuestión de timing, de tiempo por delante. Dentro de un contexto y un marco jurídico que es el marco preconcursal. De no llegar a acuerdo con los acreedores, se llegará a una situación concursal. Ahí no solo entra la decisión del propio Fagor Electrodomésticos, sino de un juez y un administrador concursal".

Algo que si ocurre en Francia o en Polonia -donde no existe el plazo de cuatro meses estipulados en el Estado español-, "el grupo tendría que entrar en un proceso concursal". Por ello, Treviño defendió que "todos aquellos actores vinculados al proceso de resolución de la situación de Fagor Electrodomésticos están trabajando para que eso no pase".