Donostia. Captar tierras de uso agrario en desuso mediante alquiler, con la garantía que ofrece la Diputación de Gipuzkoa, para destinarlas al aprovechamiento de explotaciones del sector primario por parte de terceros, principalmente "jóvenes que tienen proyectos" pero no poseen tierras o tienen dificultades económicas para hacerse con ellas. Este es el objetivo del nuevo Fondo de Suelos Agrarios que ha lanzado la Diputación de Gipuzkoa mediante un decreto foral que el diputado de Innovación, Desarrollo Rural y Turismo, Jon Peli Uriguen, presentó ayer en Donostia junto al director general de Agricultura y Desarrollo Rural, Koldo Lizarralde.

El Gobierno foral pretende con esta iniciativa impulsar, principalmente, el empleo en el primer sector. Y con ello, lograr un mejor aprovechamiento de estos terrenos, cuyo abandono conlleva efectos medioambientales adversos. El Fondo de Suelos Agrarios está dando ya sus primeros pasos en Lezo, en terrenos del caserío Urrullo, propiedad de la Diputación, donde se crearán módulos de cultivo de una hectárea que se ofrecerán a jóvenes agricultores para la creación de cinco huertos ecológicos.

El proyecto que arranca con esta experiencia piloto, abre ahora un periodo para que tanto los particulares como instituciones interesados en ceder terrenos, así como los que busquen trabajarlos, formen una bolsa con la que comenzar a funcionar. La Diputación ejercerá un papel de mediación entre arrendadores y arrendatarios. Esta fórmula de alquiler, precisan, permitirá superar las dificultades que a menudo conlleva hacer rentables las inversiones en explotaciones agrarias.

Según confirmó Uriguen, "la preocupación principal es que muchos jóvenes agricultores no tienen recursos ni tierras aunque tienen proyectos. Con esto queremos impulsar el primer sector y concienciarnos de la destrucción de espacios agrarios". Según precisaron, entre 1996 y 2011 el suelo industrial en Gipuzkoa ha pasado de 9.600 hectáreas a 12.000 hectáreas, perdiendo en muchos casos espacio los suelos agrarios, que a menudo se ven acotados a terrenos con mayor desnivel y dificultad.

El decreto aprobado prevé que la cesión de los suelos se realice durante un periodo de cinco años prorrogables, mientras que el precio de arrendamiento estaría marcado por valores previamente establecidos por la Diputación Foral para cada ejercicio. Los suelos se cederán en régimen de arrendamiento mediante convocatoria pública, y tendrán prioridad los agricultores que hayan perdido tierras por la ejecución de infraestructuras, los jóvenes, las mujeres, los residentes en el municipio del terreno y quienes promuevan la agricultura ecológica.

Uriguen recalcó que el objetivo es "asegurar la continuidad de las explotaciones, promover la incorporación de jóvenes al sector y frenar la pérdida de superficie agraria útil y el riesgo de plagas o incendios que acarrea el abandono de tierras".