donostia. El Gobierno Vasco y la empresa Petronor se enzarzaron ayer en una bronca a causa de unas supuestas emisiones de benzeno que habrían provocado el cierre temporal de la refinería de Muskiz (Bizkaia). La versión dada por la empresa justificaba el cierre temporal de la refinería por el descenso sufrido en la demanda y la reapertura, al apreciarse un repunte del consumo.
El Gobierno Vasco emitió por la mañana un comunicado en el que daba cuenta de que el Departamento de Medio Ambiente ordenó el pasado 20 de marzo el "cierre total" de esta refinería por la detección de altos niveles de partículas de benzeno que estaban provocando "malos olores y dolores de cabeza entre parte de la población del entorno".
Según esta versión, fue tras comprobar "los elevados niveles" de partículas de benzeno, cuando el Ejecutivo vasco "ordenó el cierre total" de la refinería hasta que estuvo reparada la incidencia, una avería en la refrigeración de la Unidad 1, y las instalaciones se volvieron a poner en marcha el pasado domingo.
Por este motivo, y para tranquilizar a los vecinos, el Departamento de Medio Ambiente dio cuenta de que mantiene activos seis equipos de medición, tres de ellos fijos y los otros tres móviles, en las inmediaciones de Petronor sin que hayan registrado incidencia medioambiental alguna en la puesta en marcha de las instalaciones. Del mismo modo, explicó que durante toda la semana mantendrá un seguimiento especial de los resultados de estas unidades de medición para evaluar si existe alguna afección al entorno.
contundente respuesta Petronor, a través de un escueto y directo comunicado de dos puntos, desmintió lo dicho por el Gobierno Vasco y quiso aclarar que su planta de Muskiz no ha cerrado "ningún día por emisión alguna" y tampoco ha superado "los máximos legalmente exigidos".
La filial de Repsol respondió al Ejecutivo de Patxi López asegurando que es "categóricamente incierto" que el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco "haya cerrado Petronor ningún día por emisión alguna" y argumentó que "un requerimiento de esa magnitud hubiera exigido una orden escrita que, en ningún caso, se ha producido".
Además, quiso puntualizar que es igualmente incierto que, "como parece desprenderse del comunicado de la oficina de prensa del Departamento de Medio Ambiente", se hayan superado los máximos legalmente exigidos.
Ante esta evidencia, el Gobierno Vasco remitió ya por la noche (21.30 horas) un nuevo comunicado de "rectificación" en el que desaparecía de la nota todo lo relativo a que hubiera decretado nunca dicho "cierre total".