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Los controladores convocan la primera huelga legal de su historia para después del 15 de agosto

el sector desafía a fomento en protesta por el endurecimiento de sus condiciones laboralesUSCA analizará hoy la duración del paro y las fechas en las que tendrá lugar, aunque se barajan el día 15 y el 20

Madrid. Los controladores aéreos decidieron ayer por abrumadora mayoría recurrir a la huelga, que podría convocarse para el 18 o el 20 de agosto, ante la falta de avances en la negociación del convenio colectivo y los últimos decretos del Gobierno que regulan las condiciones de su trabajo. La dirección de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), que organizó la consulta, analizará hoy la duración de la huelga y las fechas en que tendrá lugar.

Los controladores ya presentaron otro conflicto colectivo en 1988, por la falta de entendimiento con la Dirección General de Aviación Civil, pero la aprobada ayer será la primera legal entre este colectivo.

La decisión de los controladores mereció las críticas tanto del sector turístico como de las compañías aéreas, mientras que el ente público Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) reiteró su apuesta por la negociación.

El resultado de la consulta organizada por USCA fue contundente: de un censo de 2.033 controladores, votaron 1.883, el 92%. De ellos, dieron el a la huelga 1.850, el 98,25%.

Para cumplir los plazos legalmente establecidos, la huelga no se podrá llevar a cabo antes de mediados de agosto, dado que se debe contar con diez días de preaviso.

Daniel Zamit, uno de los portavoces de USCA, indicó que, para cumplir los plazos exigidos por la ley, las fechas más factibles para la huelga serían el 18 ó el 20 de agosto. Por su parte, el secretario de Comunicación del sindicato, César Cabo, señaló que, tras la decisión de ayer, el Comité Ejecutivo tendrá que decidir si realmente se convoca la protesta, durante cuántos días y en qué fecha o fechas, ya que USCA duda entre una jornada o tres. Cabo no descartó que la reunión del Comité Ejecutivo se celebre hoy, aunque reconoció que resultará muy difícil reunir a todos sus miembros en un plazo tan corto de tiempo porque están "desperdigados por España".

No obstante y pese a esta decisión, USCA mantiene abiertas las negociaciones con AENA para intentar elaborar el nuevo convenio colectivo y espera que "probablemente" las dos partes puedan reunirse de nuevo hoy. USCA acusó al ministro de Fomento, José Blanco, de obligar a los controladores a ir a la huelga por "mostrar una incapacidad negociadora" y por su "reiterada forma de boicotear las negociaciones a base de decretos, que no han sido publicados todavía en el BOE". Blanco afirmó que sigue dispuesto a "profundizar, acordar y dar respuesta" a algunas de las reivindicaciones que plantean los controladores aéreos.

Por su parte, AENA señaló que lamentaba la decisión de la Asamblea Nacional de USCA y se remitió a la mesa de negociación como el escenario adecuado para la discusión del nuevo convenio colectivo, por ser ése el marco en el que, a su juicio, los controladores pueden y deben manifestar sus reivindicaciones. La denominada Asamblea Nacional de USCA consistió en la celebración de consultas en cada uno de los 49 centros de trabajo en los que los controladores desarrollan su labor.

Antes de conocerse el resultado de la votación, tanto desde el sector turístico como desde las compañías aéreas se había expresado preocupación por una posible convocatoria de huelga. El presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes Españolas (Aedave), José Manuel Maciñeiras, reclamó al Gobierno que responda con "dureza absoluta".

La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) señaló que la huelga tendrá graves resultados económicos para el turismo español y propuso que, para preservar el interés de los viajeros, los controladores sean sustituidos por sus homólogos extranjeros o militares.

La Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA) vaticinó que el anuncio de huelga generará un gran número de cancelaciones y desvíos de turistas hacia otros destinos del Mediterráneo, mientras que Iberia coincidió en apuntar que supondrá una pérdida de clientes.

El coordinador de Economía del PP, Cristóbal Montoro, recordó la obligación de los controladores de "no perjudicar más al conjunto de la sociedad" y el portavoz de ERC-IU-ICV en el Congreso de los Diputados, Joan Herrera, acusó a Blanco de centrar la atención sólo en los temas salariales.

l ¿Puede haber un caos aéreo por la huelga de controladores? La huelga tendrá lugar en plena campaña turística, con lo que es seguro que habrá graves incidencias. La cuestión será qué servicios mínimos decreta el Gobierno. No hay precedentes en el sector. En el caso de Renfe, por ejemplo, suele ser del 50% al 75% del servicio.

l ¿En qué ha cambiado la situación de los controladores? En febrero de este año, el Consejo de ministros aprobó un Real Decreto Ley por el que los controladores sufrían una modificación sustancial en sus condiciones laborales. Desde ese momento, dejaban de tener los privilegios de antaño. El aumento de horas ordinarias, la limitación de las horas extraordinarias, la reducción del tiempo de descanso y el recorte del 40% de media de sus salarios (de 375.000 euros anuales de media pasaron a cobrar alrededor de los 200.000) fueron los principales caballos de batalla de la normativa. Asimismo, se liberalizó el sector y se implantó la posibilidad de expedientar, despedir o sancionar a los empleados que no cumplieran las condiciones laborales establecidas.

l ¿Qué responden los controladores? La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), por un lado, culpa a AENA de no haber sabido gestionar los turnos, horarios y el reparto del trabajo de cara al verano, donde se producen un aumento del tráfico de viajeros que se desplazan en avión, y que ya advirtió de esta situación. Además, retó a investigar hasta el final las bajas médicas que se registraron en los últimos días, ya que éstas se gestionan por parte del médico de familia y no del propio trabajador. Asimismo, han recordado que llegaron a un acuerdo con este organismo para que la negociación del convenio transcurriera sin obstáculos y hacen hincapié en que ya han presentado más de la mitad de las propuestas del mismo. Según su opinión, en una semana de diálogo se ha avanzado más que en cinco años.

l ¿De qué se queja el Gobierno? AENA, el ente público que gestiona los aeropuertos, acumula una deuda de unos 15.000 millones de euros y, dentro del fuerte ajuste de gasto público que afronta España, el Ministerio de Fomento se ha visto cargado de razones para el tijeretazo a los controladores, que, asegura, eran hasta ahora los más ineficientes. Según AENA, su productividad es de 0,55 horas de vuelo por hora de trabajo de un controlador, un 27,5% inferior a la media europea. Para el sindicato de los controladores (USCA), el dato es sesgado, dado que las estadísticas de unos países y otros no son uniformes.

l ¿Qué dice AENA? AENA acusa directamente a los controladores de ejercer un chantaje para que las negociaciones se aprueben de la manera más acelerada posible.

l ¿Qué se puede hacer si la situación empeora? El Ministro de Fomento, José Blanco, ha planteado la posibilidad de habilitar "de manera excepcional" a los controladores militares para que asuman las tareas de sus homólogos civiles para garantizar el buen funcionamiento de los aeropuertos y normalizar el tráfico aéreo. La reacción de este colectivo no se ha hecho esperar. Mariano Casado, secretario general de Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), ha especificado que los controladores militares ejercen una labor similar a la de los controladores civiles, pero que no son exactamente las mismas, de manera que los primeros no están cualificados para sustituir a los segundos. Además de no tener la licencia para poder operar en el ámbito civil, el secretario de AUME aduce la falta de nivel de inglés en muchos de los controladores de rango militar.