donostia. Las entidades financieras con sede en Euskadi, tanto las cajas de ahorros, BBK, Kutxa, Caja Vital, y Caja Navarra; las cooperativas de crédito, Caja Laboral, Ipar Kutxa o los bancos, BBVA, Guipuzcoano y Bankoa, cuentan, en líneas generales, con unos ratios de capitalización y solvencia por encima de la media del sector y aunque no pueden obviar la complicada situación en la que se desenvuelven sus puntos de partida son mejores que los de otros muchos competidores del Estado.
Aunque tendrán que afrontar un 2010 muy complicado, con un notable estrechamiento de márgenes, un negocio crediticio a la baja, un incremento de las tasas de morosidad y, en algunos casos, con la necesidad de hacer frente a reembolsos de préstamos obtenidos en los mercados exteriores para alimentar la fuerte demanda de crédito, especialmente ligado al boom inmobiliario de la última década, su situación es menos preocupante que la de otras muchas.
Si miramos a los resultados presentados este año se constata que dos de las cajas vascas, BBK y Caja Vital, no solamente aguantan sino que han logrado aumentar el beneficio neto, algo al alcance de muy pocos bancos o cajas de ahorros en el presente ejercicio
Entre los que han ganado menos hasta setiembre hay apreciables diferencias entre unos y otros. Así, el BBVA ha obtenido un buen resultado porque así hay que considerar que con la que está cayendo y con los cambios en la cúpula del banco haya logrado unos beneficios de 4.179 millones de euros en los nueve primeros meses del año. Aunque el beneficio neto de Kutxa o Banco Guipuzcoano se ha visto reducido en un 29 y un 26%, respectivamente, hay entidades históricamente tan fuertes como el Banco Popular que han evolucionado peor en sus resultados con un descenso del 32%, por no hablar del 44% de caída del beneficio en Caja Madrid, entidad sometida a la presión de una lucha por el poder entre dos ramas del PP.
Y en tasas de morosidad, los bancos y cajas vascos siguen por debajo de las medias del sector.